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William Zepeda arrolla a Maxi Hughes para que se rinda en la esquina

Un ring de boxeo es plano, nivelado de un lado a otro. Entonces, ¿por qué siempre parece que William Zepeda rueda cuesta abajo sobre sus indefensos oponentes?

Maxi Hughes era uno de esos oponentes, incapaz de oponer resistencia ante la presión de Zepeda en la noche del sábado en The Cosmopolitan de Las Vegas. Al final de cuatro asaltos cada vez más desequilibrados, y viendo a su hombre en el lado equivocado de esta lona aparentemente inclinada, la esquina de Hughes retiró el tapón, provocando que el árbitro Robert Hoyle agitara sus brazos y levantara los de Zepeda.

Con esta victoria en la llamada "eliminatoria final", el mexicano Zepeda mejora a 30-0 (26 nocáuts) y es ahora el favorito a dos cinturones de peso ligero, uno en poder de Gervonta "Tank" Davis y otro que reclamará el ganador de la pelea del 11 de mayo entre Vasyl Lomachenko y George Kambosos.

Después de la victoria sobre Hughes, Zepeda y su promotor, Oscar De La Hoya, llamaron a esos boxeadores, así como a Shakur Stevenson.

"Soy el próximo campeón de México", declaró Zepeda, de 27 años, en un inglés entrecortado, después de realizar la mayor parte de su entrevista posterior al combate en español con un traductor. "Estoy listo para Shakur, Gervonta. El que esté en esa lista, vamos a por él. Ahora quien tiene que hacer sus deberes es Óscar De La Hoya".

"Creemos en William", remató De La Hoya. "Está preparado para cualquiera. ... Shakur, si nos estás viendo, vamos a por ello, vamos".

Por supuesto, rivales de la talla de Davis, Stevenson o Lomachenko presentarían un pelear mucho más difícil que Hughes (26-7-2, 5 KOs), un contendiente útil y hábil, pero que ha perdido la mayoría de las peleas de ascenso a lo largo de su carrera.

En una batalla de zurdos, Hughes, de 34 años, empezó bien, golpeando a Zepeda, dando vueltas con clase durante el primer asalto, mostrando oficio y un plan de juego mientras casi mantenía el ritmo del hombre que el locutor Todd Grisham describió como "el boxeador de salida más impresionante de todo el boxeo". Aun así, Zepeda probablemente se impuso en el primer asalto, y la contienda se volvió más desigual a partir de entonces.

Dado el bajo porcentaje de nocauts de Hughes, Zepeda no se preocupó por el cuero que le llegaba y pudo avanzar sin descanso. Intensificó su trabajo corporal en el segundo asalto y pareció hacer daño a Hughes en el suelo. Hacia la mitad del asalto, Hughes empezaba a perder su técnica.

El inglés salió en el tercero intentando cronometrar y contrarrestar a Zepeda, pero una vez que "Camarón" empezó a asestar derechazos al cuerpo, Hughes estaba en modo supervivencia. En el cuarto asalto, su ojo izquierdo se cerraba y apenas era capaz de devolver los golpes. Los brazos de Zepeda no dejaban de agitarse, y pareció herir a Hughes con un uppercut de derecha.

La esquina de Hughes, consciente de que Zepeda podía mantener ese ritmo durante toda la noche, se apiadó de inmediato de su rival una vez que éste se desplomó en el taburete.

Según CompuBox, Zepeda asestó 161 de 408 golpes, una media de 102 lanzados y 40 encajados por asalto. La ofensiva de Hughes no fue mala (53 de 221), pero en defensa no tuvo respuestas.

Por supuesto, no ayudó a la causa de Hughes el hecho de que, dos semanas antes de la pelea, tuviera problemas de visado, con las consiguientes pesadillas de viaje y un retraso de una semana en su llegada a Las Vegas.

La victoria de Zepeda se compara muy favorablemente con la de Kambosos contra Hughes el pasado julio, cuando el ex campeón lineal australiano se impuso por decisión mayoritaria en 12 asaltos. Esperemos que los aficionados al boxeo sepan pronto cómo se compara Zepeda con la élite de la división de peso ligero, ya que esta atracción emergente se ha ganado sin duda la oportunidad de ponerse a prueba contra una de las estrellas consolidadas de las 135 libras.