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Vergil Ortiz padre, sobre la breve obra de su hijo: "Su especialidad es la violencia"


Fue una noche breve para Vergil Ortiz el sábado.

El peso medio júnior, que peleó con un peso de 156 libras, detuvo al ex aspirante al título mundial Thomas Dulorme en el primer asalto en un combate celebrado en Fresno, California. Fue el segundo nocaut en el primer asalto del año para Ortiz, después de que en enero detuviera a Fredrick Lawson en cuestión de instantes.

La pelea se vio ensombrecida por la noticia que se conoció a principios de semana: Ortiz peleará contra Tim Tszyu el 3 de agosto en Los Ángeles.

El equipo que rodea a Ortiz (21-0, 21 nocáuts) se mostró tranquilo y profesional en los prolegómenos del combate. Pero tan pronto como Dulorme hubo sido despachado, las noticias sobre el próximo combate de Ortiz ya resonaban en todo el mundo del boxeo. Aunque Tszyu perdió por decisión dividida ante Sebastián Fundora en su último combate, es uno de los boxeadores más apasionantes del mundo del boxeo, por no hablar del peso medio júnior.

Se cree que Ortiz-Tszyu podría ser la pelea del año. Algunos ya la consideran «el verdadero evento principal» de la noche, por encima de Terence Crawford-Israil Madrimov.

BoxingScene habló con el padre de Ortiz, Vergil Sr., que es el entrenador de su hijo (entre otras funciones) inmediatamente después de la victoria del sábado. El mayor de los Ortiz habló de la presión a la que se enfrentaba su hijo antes del combate contra Dulorme, con otra gran pelea ya en el horizonte.

«Desde que Vergil era un niño, cuando hay presión, él no puede verla», dijo Ortiz padre. «Vergil siempre rinde, pase lo que pase, nunca falla».

Tras la pelea, el equipo Ortiz empezó a explicar cómo surgió la pelea con Tszyu. Ortiz padre explicó que la propuesta había pasado por él y que simplemente le preguntó a su hijo si quería pelear con Tszyu. El boxeador simplemente respondió «sí», que era toda la verificación necesaria para que se hiciera la pelea.

«De hecho, me gusta esa pelea», dijo Ortiz padre sobre el enfrentamiento con Tszyu. «Hemos querido esa pelea desde que Vergil estaba en [peso welter]. Lo he dicho antes y seguiré diciendo que es una pelea de hombres.

«Hay una diferencia entre pelear y boxear. Esta es una pelea de hombres, es una pelea violenta. Una cosa sobre Vergil es, se podría decir que su experiencia es la violencia. Cuando estás ahí, cuanto más violento es, más cómodo se siente».

Ortiz golpea como una mula y adopta un enfoque casi calculado para arrollar a sus oponentes al principio de las peleas, por lo que quizá no sea de extrañar que nunca haya llegado a la distancia como profesional.

«Prefiere que sea violento», afirma Ortiz padre.