Josh Taylor ha afirmado que afronta sin problemas su esperada revancha con Jack Catterall tras su derrota por decisión unánime ante Teófimo López el pasado mes de junio en el Teatro del Madison Square Garden de Nueva York.
López despojó a Taylor del único título que le quedaba al hacerse con la corona del peso superligero de la WBO y el campeonato lineal.
La derrota de Taylor ante López fue la primera vez que boxeaba tras su controvertida victoria en febrero del 2022 sobre Catterall, cuando sobrevivió a un derribo y a una deducción de puntos para arañar una decisión muy polémica.
Ahora, sin embargo, Taylor insiste en que no hay nada que dificulte su rendimiento y que las lesiones que le impidieron prepararse adecuadamente son cosa del pasado.
"Esta vez estoy al cien por cien, al cien por cien porque ahora no tengo nada que me impida prepararme", declaró Taylor, desde Escocia.
"Va a parecer que vuelvo a poner excusas, pero tuve una lesión en la f******. Antes de pelear contra López, no podía hacer ejercicios de piernas ni de entrenamiento".
"No podía correr, no podía hacer pesas ni entrenar en circuito, básicamente nada pesado con los pies".
El ex campeón indiscutible explicó que sólo hizo sparring durante seis semanas antes de pelear con López, y dijo que el entrenamiento había ido bien hasta que se lesionó.
"Sólo volví a entrenar seis semanas antes de pelear con López, pero lo hice bien, para ser justos. Estaba entrenando bien, me sentía en forma y fuerte", continuó.
"Por eso fui a pelear. Me sentía así, y me estaba preparando bien en el gimnasio, pero la noche del combate, no tenía piernas.
"Me ganó esa noche. Fue mejor que yo y me ganó, eso es todo".
