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Conversación del domingo: Más preguntas que respuestas para García

Ryan García (24-1, 20 KOs) anotó un nocaut en el octavo asalto sobre Oscar Duarte (26-2-1, 21 KOs) en Houston, TX, anoche en DAZN, pero la victoria creó más preguntas que respuestas para el peso wélter junior de 25 años. La carrera de García ha tenido tantos giros y vueltas que es en parte la razón por la que la gente sigue interesada en él, aparte de los videos de las redes sociales y las interacciones de los influencers. Anoche, los aficionados vieron una versión diferente de García, y en el fondo, él también puede haberlo visto.

Desde el principio, vimos destellos de lo que le dio el apodo de "El Flash" al principio de su carrera. García tenía un rápido jab de izquierda, que seguía con un derechazo y un gancho de izquierda, lo que hizo dudar a Duarte al principio. Una vez finalizado el primer asalto, parecía que el viejo García había vuelto y que todos veríamos un nocaut de primera. Pero en el segundo asalto, parecía que Duarte estaba percibiendo la velocidad y el poder de García cuando empezó a atacar él mismo, yendo al cuerpo y lanzando grandes ganchos de derecha e izquierda a la cabeza de García.

A García pareció molestarle la potencia y lo admitió tras la pelea. "Todo el mundo me preguntaba por qué Oscar Duarte era tan duro. Creí que lo derribaría en el segundo o el tercero, pero era como una roca", declaró García en la rueda de prensa posterior al combate. Duarte mostraría más de ese poder en el tercer y cuarto asalto, mientras García hacía una horrible versión del giro de hombros para evitar la ofensiva de Duarte. Aunque tardó uno o dos asaltos, Duarte se adaptó al giro de hombros de García y empezó a lanzar ganchos de izquierda que aterrizaron y molestaron a García.

El entrenador Derrick James le dijo a García que dejara de rodar los hombros y usara las piernas para evadir los golpes de Duarte y lograr una mayor ofensiva, y así lo hizo. Una vez que García se adaptó, comenzó a destrozar a Duarte, y empezó a sentir que tenía el control de nuevo. Duarte fue duro y tuvo sus momentos en el sexto y séptimo asaltos, pero en el octavo, García conectó un gancho de izquierda a la sien, que hizo que Duarte se tambaleara. Después, García asestó un aluvión de golpes que derribaron a Duarte. El árbitro estaba en su cara contando, y cuando llegó a 9 ½, Duarte se levantó, pero para entonces, el árbitro terminó a la pelea, dando a García la victoria por nocaut.

Viendo la actuación general de García, parecía confuso y entre estilos de pelear. Cuando vio que Duarte no se encontraba bien, García empezó a elaborar su propio plan de juego en el cuadrilátero. Teniendo en cuenta que era su primera pelea con Derrick James, nadie esperaría un cambio drástico, pero una cosa que aún persiste es que García entra un poco en pánico cuando las cosas que tiene en la cabeza no le salen. Los grandes saben cómo hacer ajustes en el ring, y él todavía tiene que aprender a hacerlo. Su juego interior tampoco era muy bueno, y dar la espalda al boxeador no es la mejor técnica para utilizar cuando tu oponente se acerca.

Hay otras cuestiones sobre la relación o la falta de ella con su promotor, Golden Boy. Volvió a salir a la luz pública esta semana, con lo que quedó un poco fuera de la pelea. ¿Podrán García y Golden Boy Promotions mantener una relación cordial que dé lugar a las mejores peleas?

¿Evolucionará García bajo las órdenes de Derrick James y se convertirá en un boxeador completo? Todas las cosas que deben ser contestadas más pronto que tarde.

Debemos recordar que García sólo tiene 25 años y le faltan unos dos o tres años para alcanzar su punto álgido. Hay tiempo para que se convierta en un gran boxeador, pero la arena en el reloj de arena no deja de correr, por lo que García necesita encontrar ese enfoque y seguir con él.