Skye Nicolson se encuentra en Las Vegas, ultimando los preparativos para su combate del sábado contra Sarah Mahfoud por el título vacante del peso pluma de la WBC.
La invicta australiana, 9-0 (1 KO), logró la primera parada de su carrera en su última pelea, al detener a Lucy Wildheart en el noveno asalto en noviembre en Dublín.
En su décima visita a Las Vegas, boxeará en el nuevo Fontainebleau, en el extremo norte de The Strip, el primer acontecimiento deportivo en directo en el nuevo y lujoso hotel y casino, y ha completado entrenamientos en el Mayweather Boxing Club, el UFC Performance Center y en DLX Boxing en su primera semana, trabajando con los entrenadores Eddie Lam y Bradley Skeete.
"Quiero mostrar al mundo lo que he estado haciendo en el gimnasio", declaró Nicolson. "Hemos alcanzado nuevos niveles y estoy muy emocionada por mostrarlo. Quiero hacer una declaración de intenciones, porque esta chica es la número 2 del mundo. Era la siguiente mejor opción después de que no pudiéramos pelear con [Amanda] Serrano. Tuvo una pelea competitiva con Serrano, ganándole tres asaltos. Eso no ocurrirá este fin de semana, y si peleo como he estado entrenando, el combate no llegará a la distancia".
La danesa Mahfoud lleva 14-1 (3 KOs) y ha ganado sus tres últimos combates, desde su derrota por decisión ante Serrano en Manchester en el 2022.
Mientras estaba en Las Vegas, Nicolson disfrutó de algunos de los lugares de interés alrededor de la gran cartelera de PBC de la semana pasada, encabezada por Tim Tszyu y Sebastian Fundora, y disfrutó viendo a los mejores boxeadores en su semana de peleas.
"Me encanta porque todo era muy nuevo para mí al venir de los amateurs, porque la escena profesional no era algo que yo viera como un objetivo o que me viera haciendo", explicó Nicolson.
"Pero me he metido de lleno en el mundo de las cartas grandes desde el principio, y me encanta. He nacido para ello".
Y aunque Nicolson sólo ha disputado nueve combates, su experiencia como amateur empequeñece la de muchas boxeadoras, aunque admite que cree que tiene atributos que la llevarán a lo más alto de este deporte, y más allá de Mahfoud el sábado.
"Si dejas de aprender, deberías dejar de boxear", afirma la zurda de 28 años. "Siempre hay algo que aprender, algo que mejorar y algo en lo que mejorar. Creo que tengo mucha experiencia, porque llevo boxeando desde los 12 años. No creo que muchas boxeadoras lleven boxeando tanto tiempo como yo.
"Llevo más de la mitad de mi vida en esto, así que tengo mucha experiencia en los cuadriláteros a pesar de que mi carrera profesional está en pañales. He peleado 150 veces como amateur, así que he pasado mucho tiempo en el cuadrilátero.
"Mis habilidades naturales, mis reflejos, la lectura de la distancia y la sincronización son mis puntos fuertes, así que tengo la gran suerte de contar con ellos cuando me enfrente a las otras chicas".