Ryan García no está contento con los precios de las entradas para su próxima pelea, argumentando que son demasiado altos para la mayoría de la gente y por lo tanto es probable que afecten a las ventas.
García peleará contra Devin Haney el sábado 20 de abril por el título mundial junior welter de la WBC, pero a falta de sólo unos días, el mapa de asientos de Ticketmaster muestra asientos vacíos en casi todas las secciones.
La noticia es sorprendente, ya que Haney (31-0, 15 nocáuts) y García agotaron (o casi agotaron) sus anteriores combates de pago por visión: García contra Gervonta Davis y Haney contra Regis Prograis.
"Creo, personalmente, que los precios eran muy altos y quiero que todo el mundo esté en el edificio", dijo García en su entrenamiento con los medios de comunicación en Dallas, Texas, para el pago por visión durante un scrum con los medios de comunicación. "No creo que muchos estadounidenses puedan permitirse entradas de 500 ó 300 dólares para la primera fila".
García (24-1, 20 KOs) incluso señaló que no pagaría eso a pesar de tener el dinero para hacerlo. En el momento de escribir estas líneas, las entradas más baratas en Ticketmaster cuestan 174,75 dólares, y algunos asientos en primera fila superan los 8,000 dólares.
Parte del problema puede deberse a una combinación de ubicación y sobresaturación del mercado. El combate se celebrará en el Barclays Center de Brooklyn (Nueva York), pero ninguno de los dos boxeadores tiene fuertes conexiones con la Costa Este. García es originario del sur de California (Victorville) y Haney divide su tiempo entre Oakland (California) y Las Vegas (Nevada).
Sin conexión directa con el mercado local, los elevados precios de las entradas y la inflación que azota a Estados Unidos, el combate podría tener dificultades para resultar lucrativo. Su proximidad a otros combates de PPV -el Tim Tszyu-Sebastian Fundora del 30 de marzo, seguido del Canelo Álvarez-Jaime Munguía del 4 de mayo, y el combate por el título indiscutible de los pesos pesados entre Tyson Fury y Oleksandr Usyk del 18 de mayo- también puede disuadir a los aficionados de comprar el Haney-García.
Otro factor clave puede ser el propio García. En el transcurso de las últimas semanas, ha estado muy activo en las redes sociales, compartiendo el tipo de comentarios y opiniones que han hecho que algunos observadores expresen su preocupación por su salud mental. Naturalmente, García no cree que nada de lo que ha dicho en los prolegómenos de la pelea haya afectado al combate; además del precio de las entradas, culpa directamente a lo que considera la falta de poder estelar de su oponente.
"No creo que nada de lo que he dicho haya afectado a la pelea, sino más bien a él [Haney]", declaró García. "Devin Haney no es un empate - y definitivamente he estado llevando esta promoción en mi espalda - por mí mismo".
García es conocido por sus manos rápidas y golpes contundentes, y afirmó que la falta de poder de Haney - que tiene una proporción de menos del cincuenta por ciento de nocauts en su carrera profesional - está perjudicando la emoción por la pelea.
"Nadie quiere ver a un tipo que supuestamente no puede romper un huevo".