Jesús Ramos se anunció como un aspirante en la división del peso medio junior con una dominante victoria por nocaut sobre el hasta entonces invicto Joey Spencer en Las Vegas el sábado por la noche.
Ramos (20-0, 16 nocáuts), que peleaba en el combate principal de apoyo para el choque de peso supermedio entre David Benavidez y Caleb Plant, derribó a Spencer en el primer asalto con un gancho corto de izquierda y atacó a su rival repetidamente a lo largo del combate. Aunque Spencer demostró resistencia y determinación, su esquina arrojó la toalla a 1:25 del séptimo asalto.
"Es un gran boxeador, con mucho corazón", declaró Ramos después del combate. Pero las estadísticas de golpes subrayaron el dominio de Ramos: asestó 147 de 317 golpes potentes y 25 de 96 jabs para un porcentaje total de conexión del 42%. Por el contrario, Spencer (16-1, 10 KOs), conectó sólo un 14%, con 48 de los 355 golpes lanzados.
En el peso ligero, Chris Colbert se recuperó de un derribo en los primeros 25 segundos de la pelea y se anotó una victoria por decisión unánime en 10 asaltos sobre José Valenzuela, que fue recibida con un coro de abucheos del público en el MGM Grand Garden Arena.
En una pelea en la que ambos hombres venían de las primeras derrotas de sus carreras profesionales, Valenzuela (12-2, 8 KOs) derribó a Colbert, 17-1 (6 KOs), con una mano izquierda que lo hizo caer; el púgil de 22 años de Los Mochis, México, también hirió a su oponente varias veces más durante el transcurso de la contienda, incluso en los segundos finales del último asalto. Pero Colbert resistió los potentes golpes de Valenzuela y, cambiando repetidamente de ortodoxo a zurdo y viceversa, avanzó y lanzó combinaciones a la cabeza de su oponente.
En la recta final del combate, cada uno de los púgiles parecía turnarse para ganar los asaltos; aun así, Valenzuela parecía dispuesto a proclamarse vencedor por un estrecho margen. Sin embargo, los tres jueces dieron la victoria al estadounidense por 114-113, lo que provocó un enfrentamiento entre los dos boxeadores, en el que Valenzuela insistió en que había ganado el combate y Colbert le tachó de "mal perdedor".
En el primer combate de PPV, el peso welter Cody Crowley (22-0, 9 nocáuts) mantuvo su imbatibilidad con una victoria por decisión mayoritaria sobre Abel Ramos, en la que se utilizó la repetición instantánea en el ring para invalidar un derribo en el undécimo asalto.
Crowley comenzó la pelea presionando a Ramos, 27-6-2 (21 KOs), contra las cuerdas, asfixiándolo y lanzándole golpes de cerca mientras Ramos se esforzaba por encontrar espacio para responder. Ramos fue capaz de encontrar espacio para contrarrestar durante algunos asaltos mientras Colbert mostraba los primeros signos de fatiga, pero entonces Crowley se adaptó, utilizando uppercuts para hacerse de nuevo con la ventaja. Y una vez más negó a Ramos espacio para golpear. En los últimos asaltos, el combate fue más abierto, y en el undécimo, Crowley se topó con un par de contragolpes de Ramos, el segundo de los cuales le dobló las rodillas y pareció hacer que su guante tocara la lona. El árbitro Robert Hoyle lo calificó de derribo, pero Nevada permite el uso de la repetición instantánea en estos casos y el oficial Jay Nady informó a Hoyle de que el guante no había llegado a tocar la lona.
Después de 12 asaltos, los tres jueces dieron la victoria por mayoría a Crowley con 114-114, 115-113 y 116-112.
Crowley, emocionado tras la victoria en el que fue su primer combate desde que su padre se suicidó el año pasado, declaró entre lágrimas después que "cualquiera que quiera quitarse la vida, que no quiera estar aquí, yo soy la prueba de que es posible seguir peleando y seguir ganando."
