https://cdn.proboxtv.com/uploads/020_A1605_50cb6175c6.jpg

Prograis vs. Zorrilla: La semana que pasó

MIÉRCOLES 14 DE JUNIO

La última vez que Nueva Orleans acogió un combate por el título mundial, el gran Roy Jones Jr se encontraba en su notable apogeo.

En aquella ocasión, el 9 de septiembre del 2000, Jones hacía la última defensa de sus títulos de los pesos semipesados de la IBF, la WBA y la WBO en el New Orleans Arena, contra Eric Harding.

Jones Jr, el mejor boxeador de su generación, peleaba en Nueva Orleans 20 años después de que el mejor de la generación anterior, "Sugar" Ray Leonard, lo hiciera contra el también gran Roberto Durán al vencerle en su revancha en el Superdome.

Dos años antes, Muhammad Ali, el mejor de la generación anterior a los Cuatro Reyes, logró su última victoria en el mismo escenario en su revancha con Leon Spinks.

Con motivo de la primera pelea de Regis Prograis en su ciudad natal en cinco años, y su primer combate por el título mundial aquí, las entradas para la defensa de su título de superligero de la WBC siguen estando ampliamente disponibles.

A ello habrá contribuido su condición de gran favorito frente a Danielito Zorrilla, el puertorriqueño que aceptó pelear el sábado con un mes de antelación después de que una lesión en el tendón de Aquiles obligara al australiano Liam Paro a retirarse. También hay que tener en cuenta que la cartelera no es especialmente atractiva, y que en Estados Unidos son habituales las prisas por comprar entradas a última hora. Eddie Hearn, cuya organización, Matchroom, promueve la pelea del sábado, podría haber ayudado si hubiera llegado a la ciudad antes del miércoles por la noche.

En un intento por dar publicidad al combate del sábado, Prograis corrió el lunes por la noche por el Barrio Francés del centro de Nueva Orleans con algunos de sus seguidores locales. El martes, él y Zorrilla tenían previsto enfrentarse en el exterior del Smoothie King Center, donde el sábado pelearán, pero tuvieron que hacerlo en el interior debido a la lluvia torrencial.

Ambos boxeadores se pusieron a disposición de DAZN y de los medios de comunicación el miércoles; el jueves será su rueda de prensa final, y el viernes se pesarán. A modo de comparación, antes de la pelea más atractiva de la semana pasada entre Josh Taylor y Teófimo López - que finalmente agotó las entradas en el teatro del Madison Square Garden de Nueva York - más allá del tiempo con los organismos de radiodifusión Sky Sports y ESPN, los dos boxeadores sólo se comprometieron a una conferencia de prensa el jueves y el pesaje del viernes. A principios de semana, los medios de comunicación ya habían tenido acceso a algunos detalles.

El programa de una gran semana de peleas en Las Vegas suele incluir grandes llegadas el martes, un entrenamiento público el miércoles, una rueda de prensa el jueves y un pesaje público el viernes. Si Nueva Orleans vuelve a ser escenario regular de boxeo, más seguidores de Prograis tendrán que invertir en entradas.

JUEVES 15 DE JUNIO

Regis Prograis se mostró frustrado en dos ocasiones durante la última conferencia de prensa previa a su pelea de regreso a casa contra Danielito Zorrilla, que corre el riesgo de resultar anticlimática.

Todavía quedan numerosas entradas a la venta en el desafortunadamente llamado Smoothie King Center. Eddie Hearn, de Matchroom, que promueve por primera vez un combate en The Big Easy, supervisa uno de los combates de Prograis por primera vez desde que le tentó para que fichara por Matchroom en lugar de Top Rank con la promesa de que pelearía regularmente en la ciudad natal de la que está tan orgulloso.

Prograis peleó por última vez en Nueva Orleans en el 2018, cuando derrotó a Terry Flanagan. La pelea del sábado es su primera aquí como campeón del mundo, y representa la primera pelea por el título mundial en la ciudad en la que el gran Roy Jones Jr -con sede a tres horas de distancia en Pensacola, Florida- derrotó a Eric Harding en septiembre del 2000.

El hecho de que los Pelicans de Nueva Orleans estén en temporada baja también significa que Prograis tiene poco, en el contexto deportivo, con lo que competir y, sin embargo, Hearn, a quien se le dijo que podía esperar unos 8,000 espectadores el sábado, espera más bien unos 6,000.

Al realizar entrevistas el miércoles, después de algunas filmaciones con la cadena de televisión DAZN, Prograis, inevitablemente, fue preguntado por la derrota de un rival de división, Teófimo López, contra otro, Josh Taylor, el pasado fin de semana. En la rueda de prensa del jueves, sin ser preguntado, y hablando con una sensación de cansancio, no de ira, dijo: "Que todos los periodistas dejen de preguntarme por todos esos otros boxeadores. Que se joda [Devin] Haney. Que le den a Teo [López]. Que le den a Josh Taylor. Que le den a Adrien Broner. Ahora mismo, se trata de mí, y éste es mi espectáculo, y el sábado por la noche, [Zorrilla] va a recibir una paliza".

El melancólico puertorriqueño de mirada intensa, a pesar de su incapacidad para hablar inglés, se sentó a su lado sin inmutarse. Más preocupado habrá estado el experimentado asistente de relaciones públicas de Prograis, Bernie Bahrmasel, que estuvo trabajando duro para presentar todo lo relacionado con la pelea del sábado de la forma más positiva posible. Matchroom, consciente de que el boxeo no suele ser el rey, sobre todo en Estados Unidos, está bastante menos preocupado. Por cierto, el comunicado de prensa que distribuyeron más tarde llevaba a su boxeador a hablar de Taylor-López.

"El mejor boxeador de la división", continuó Prograis más tarde, al término de la misma rueda de prensa. "Voy a salir ahí fuera y divertirme. Estoy agradecido a Matchroom; agradecido a Eddie por ver el sueño; por ver la visión.

"Por si no lo sabéis, hay entradas desde 20 dólares. La gente no sabe que hay entradas desde 20 dólares. Todo el mundo piensa que va a ser muy caro, pero tienen entradas desde 20 dólares.

"No puedo esperar:"

VIERNES 16 DE JUNIO

Antes de que Regis Prograis subiera al escenario para ser pesado el viernes por la tarde, uno de sus socios le robó el protagonismo al golpearle allí mientras vestía un costoso body Rougarou hecho a medida.

Los seguidores de Prograis reconocerán "Rougarou" como su apodo, pero en este contexto lo más relevante es que el Rougarou es un símbolo del aprecio de Prograis por el folclore cajún y, más concretamente, por los cuentos de la bestia de la que se dice que tiene cuerpo de hombre y cabeza de lobo o perro y que merodea por los vastos pantanos de Luisiana en busca de niños que se portan mal.

En el interior del traje de Rougarou, que le daba vida, había un tal "Thomas", que lo fabricó a petición de Prograis, por -según sus allegados- más de 40,000 dólares. El mismo Thomas llamó la atención de Prograis porque había diseñado el Problem Bot (del que ProBox TV nunca había oído hablar) asociado al lamentable Jake Paul. Una rápida búsqueda en Google sugiere que el Thomas en cuestión es Thomas DePetrillo, de Extreme Costumes. Que fuera el complemento más inesperado a un pesaje visto por ProBox TV desde que Frank Maloney contrató enanos para asistir a uno antes de una pelea de David Price cuando Price era el Próximo Campeón del Mundo de los Pesos Pesados es quizás irrelevante. Cada vez que se detecta la influencia de uno de los Pauls en los círculos del boxeo es mucho más preocupante.

Resulta que Prograis, de 34 años, y cuatro de sus amigos más íntimos se autodenominan "La manada del lobo", en reconocimiento a un grupo de amistad que existe desde hace 26 años y contando. Splash, Buddy, Dank y Primo son los otros cuatro; todos ellos también estaban presentes cuando su amigo pesó.

Uno que no estuvo presente, y que Matchroom tampoco espera que esté presente la noche del combate, es el gran Miguel Cotto, promotor de Danielito Zorrilla. Zorrilla, de 29 años, aceptó pelear el sábado con un mes de antelación. Que su promotor y compatriota puertorriqueño no esté en Nueva Orleans para apoyarle -el de Prograis, Eddie Hearn, llevaba un jersey con la marca de Nueva Orleans- es quizá un reflejo de lo poco que se espera que gane.

SÁBADO 17 DE JUNIO

La pelea por el título de los superligeros de la WBC entre Regis Prograis y Danielito Zorrilla, en el Smoothie King Center de Nueva Orleans, no estuvo a la altura de las expectativas.

Sin embargo, estuvo lejos de ser la peor pelea de la cartelera de Matchroom y DAZN. En su lugar, se desarrolló a lo largo de 12 asaltos en el peso welter entre Shakhram Giyasov y Harold Calderón, que tal vez destacó sólo porque Giyasov llevaba "Wonder Boy" estampado en sus pantalones cortos y Calderón tenía un "King" aún más grande. La mayor ovación de los 6,319 presentes llegó cuando se anunció que Wonder Boy y King entraban en el "duodécimo y último asalto", un reflejo de cómo casi todos esos 6,319 querían que terminara, y poco más.

Bill Haney, el padre, entrenador y mánager del indiscutible campeón del peso ligero Devin, estaba entre los presentes y, preguntado por qué, dijo a ProBox TV: "Tengo una orden contra Regis Prograis". El gran Roy Jones Jr, vencedor la última vez, en septiembre del 2000, que Nueva Orleans acogió una pelea por el título mundial, también estuvo presente. Jones Jr está afincado a tres horas de distancia, en Pensacola (Florida); aquella noche de hace 23 años venció a Eric Harding dentro de la distancia para retener los títulos de los pesos semipesados de la IBF, la WBA y la WBO.

Es de esperar que ambos disfrutaran más de la velada que David Diamante, el maestro de ceremonias. Tras una pausa incómodamente larga mientras anunciaba el momento en el que Jeremy Hill había derrotado a Mark Davis, lo que sugería que no estaba preparado para hacer ese anuncio cuando empezó, también garantizó que no habría nada del suspense habitual al anunciar las puntuaciones de Giyasov-Calderón al revelar, cada vez, que la puntuación había sido favorable a Giyasov. Lo más habitual, en el caso de una decisión unánime, es que primero se anuncien las tres puntuaciones y, finalmente, el vencedor. Diamante, evidentemente, no estaba de humor para juegos y diversiones.

Como es habitual en un combate por el título mundial, los himnos nacionales de ambos boxeadores -en este caso el de Puerto Rico y el de Estados Unidos- sonaron en los minutos previos a que se dirigieran al ring. Aunque fue refrescante que -a diferencia de lo que ocurre en el Reino Unido, donde el himno nacional de un boxeador no británico es casi con toda seguridad abucheado- el público de Nueva Orleans observara respetuosamente el de Puerto Rico, no cabe duda de que la promoción perdió algo al limitarse a reproducir la música de un archivo de audio por los altavoces, en lugar de complementarla con un cantante desde el interior del cuadrilátero.

Por cierto, la incertidumbre sobre si Prograis había sido derribado o no en el primer asalto llevó a ProBox TV a buscar una segunda opinión a través del blog en directo de DAZN News. Cuando las repeticiones mostraron que había pocas dudas de que había sido derribado y que el árbitro Ray Corona no lo había visto -quizás por suerte no fue una pelea reñida-, ProBox TV no tuvo más remedio que conceder ese asalto por 10-8 a favor de Zorrilla. DAZN News, sin embargo, informó: "Prograis es derribado. El árbitro lo llama un empujón, pero es el punto culminante de una ronda que Prograis tiene suerte de ganar. 10-9 Prograis". A pesar de estar de acuerdo en que Prograis había tenido suerte, ProBox TV seguía confundido sobre cómo alguien -incluso en una organización tan estrechamente alineada con los promotores de Prograis, Matchroom- podía reconocer lo que había sucedido y aún así puntuar el asalto a su favor.

Diamante; Prograis; Corona; DAZN News; Giyasov; Calderón. No fue una de las mejores noches del boxeo