1976 - Fue uno de los mejores combates del boxeo. Los pesos pesados George Foreman y Ron Lyle pelearon durante cinco asaltos, intercambiando golpes excepcionales en una guerra clásica.
Foreman, antiguo (y futuro) campeón, partía como favorito por 5-1, pero Lyle tenía en mente dar la campanada cuando se enfrentaron en el Caesars Palace de Las Vegas en el combate del año 1976, y muchos pensaban que si Lyle lograba superar los cinco asaltos, Foreman se debilitaría en la mitad final y Lyle podría hacerse con el triunfo.
Lyle había pasado siete años y medio en la cárcel y aprendió a pelear en la prisión estatal de Colorado. Aplastó al ex medallista de oro olímpico Foreman con un tremendo derechazo en el primer asalto y puso en serios aprietos a Big George, hasta el punto de que Foreman tuvo que aguantar.
Ken Norton y Howard Cossell fueron los comentaristas de la ABC y Cossell gritó: "Lo tiene en problemas", cuando Lyle pasó al ataque.
Lyle iba al frente y Foreman tenía que pelear duro y lanzar bombas para mantener a Lyle alejado. Entonces George conectó. "Ahora Lyle está herido, ahora Lyle está herido", gritó un eufórico Cossell. Lyle aguantó algunos momentos tembloroso contra las cuerdas, Foreman intentaba golpear, pero la acción duró 60 segundos porque sonó la campana y sólo habían peleado dos minutos.
El tercer asalto fue similar. Lyle encontró un hueco para su mano derecha ante la pasividad del jab de Foreman, que fue golpeado contra el suelo con una derecha y una izquierda. Se levantó inseguro pero con rapidez, e instantes después estaba lanzando ganchos pesados y amplios y aterrizándolos mientras Lyle disminuía la velocidad. Fue extraordinario. Y sin más, esta vez Lyle fue derribado a la lona por un derechazo. Foreman aumentó la presión, pero a falta de 10 segundos, Foreman fue de nuevo golpeado contra la lona, donde luchaba por mantenerse en pie cuando sonó la campana para poner fin a un salvaje cuarto asalto.
Foreman se tambaleó como un borracho de vuelta a su esquina. Y estaba recibiendo una paliza al principio del quinto, soportando algunas bombas enormes. Ambos estaban agotados, se golpearon con derechas, izquierdas y derechas. Fue algo fenomenal. "Qué pelea tan increíble", gritó Cossell, por todo lo que valía.
Con Lyle acorralado en una esquina y Foreman lanzando ambos puños, se oyeron gritos de "basta, basta" en el público y, cuando las manos de Lyle empezaron a bajar, cayó de bruces sobre la lona, donde fue eliminado.
Fue una pelea épica de pesos pesados, y Foreman nunca había tenido que esforzarse tanto. Dijo que estaba oxidado, pero reconoció el mérito de Lyle por recibir y dar golpes duros.
Foreman ganó un cuarto de millón de dólares; a Lyle le pagaron 140.000.
También en este día... en 2009
Deberíamos recordarlo como una de las muchas grandes noches de Shane Mosley, pero fue lo que ocurrió antes de la pelea lo que hace que muchos recuerden lo que pasó en el Staples Center de Los Ángeles.
El temido Antonio Margarito era un importante favorito, pero antes de la pelea el entrenador de Mosley, Nasim Richardson, encontró irregularidades en los guantes de Margarito. Un médico afirmó que se había encontrado una sustancia parecida al yeso en las vendas del mexicano. Las manos de Margarito volvieron a envolverse y, posteriormente, el púgil fue sometido, intimidado y detenido por un brillante Mosely, que le derrotó en nueve asaltos.
