No te olvides de él todavía.
Ese fue el mensaje que Vasiliy Lomachenko transmitió el domingo por la mañana en Perth, Australia, con un nocaut en el undécimo asalto sobre el ex campeón del peso ligero George Kambosos Jr. que le devolvió a Lomachenko el cinturón del peso ligero y le reavivó como protagonista entre un prominente grupo de jóvenes compañeros defensores del título.
Lomachenko (18-3, 12 KOs) demostró a sus 36 años que sigue siendo un jugador vibrante entre un elenco de superdotados.
"Va a por Frank [Martin], dejadme que me cargue primero a Frank", dijo el invicto campeón de peso ligero de la WBA, Gervonta "Tank" Davis, en la X mientras Lomachenko completaba su destrucción.
Mientras Davis encabeza la cartelera de PPV del 15 de junio en Las Vegas contra Martin, a Lomachenko también le espera otro campeón fuertemente posicionado, el titular del cinturón de la WBC Shakur Stevenson, de 26 años, y el esperado nuevo campeón de la WBO Emanuel Navarrete, de 29 años.
Bob Arum, de Top Rank, que por ahora promociona tanto a Lomachenko como a Stevenson, dijo la semana pasada que quiere enfrentar a ambos.
Incluso si Stevenson, cuyo contrato con Top Rank expira tras su combate del 6 de julio, cambia de promotor, Navarrete, que aspira a un cinturón de cuarta división el sábado en su pelea por el título de la WBO en San Diego, podría ser una prueba tentadora.
Lomachenko fue el artífice de este revuelo, ya que, al noquear a Kambosos, hizo lo que los actuales campeones de las 140 libras, Devin Haney y Teófimo López, no pudieron hacer contra el robusto australiano.
Con Kambosos desvaneciéndose en el undécimo, Lomachenko fue a por todas con un golpe al hígado que derribó por primera vez al ex campeón, cuya paliza silenció al público que le apoyaba, estimado en unos 15,000 espectadores en el RAC Arena.
Kambosos se levantó de ese derribo, pero el astuto Lomachenko volvió al cuerpo y golpeó a Kambosos con dos duros puñetazos que hicieron que el árbitro suspendiera el combate justo cuando el padre de Kambosos arrojaba la toalla.
Lomachenko estuvo afilado desde el primer asalto, y pisó el acelerador a fondo en el cuarto, superando a Kambosos 21-1, según CompuBox, golpeando al boxeador local con maniobras creativas mientras el unidimensional ex titular del peso ligero se veía reducido a ser un pony de un solo truco.
Kambosos esperaba que su unión con el nuevo entrenador Anton Kadushin creara una mejor solución para el dinámico Lomachenko, dos veces medallista de oro olímpico y campeón mundial de tres divisiones que busca ganar su primer combate por el título desde 2019.
Un descanso prolongado para ayudar en el esfuerzo bélico ucraniano, rodeado de derrotas estrechas en las tarjetas de puntuación ante López y Haney, marginó a Lomachenko de la discusión sobre quién estaba más alto entre el núcleo joven de Haney, López, Davis y Ryan García.
Considere la victoria del domingo por la mañana en Perth como su reentrada en la conversación.