El campeón del peso superligero de la IBF, Subriel Matías, dice que hay un rival al que quiere enfrentarse más que a ningún otro, y ese es el poseedor del título de la WBC, Regis Prograis.
La razón, dice Matías, es que es "un hombre de palabra. Y quiero cumplir mi promesa de enviar a Regis Prograis al hospital".
Si eso parece una declaración extrema de un hombre que sabe lo que es tener un oponente muerto - Maxim Dadashev, a quien Matías apaleó a una derrota unilateral en julio del 2019, murió de lesiones cerebrales cuatro días después - el slugger puertorriqueño no se arrepiente y dice que es Prograis quien comenzó la charla de basura.
"Es personal", insistió en una entrevista con ProBoxTV en la Convención de la IBF en Chicago a principios de este mes. "Regis Prograis me subestimó. Dijo que le gusta herir y castigar a sus oponentes. Yo voy a ser la excepción. Voy a ser el castigador en esta pelea".
Matías (19-1, 19 nocáuts) ganó el título con un nocaut sobre Jeremías Ponce en Minneapolis en febrero, después de que la esquina de Ponce lo retirara de la contienda tras el quinto asalto.
"Es un sueño hecho realidad", dijo al referirse a la conquista del cinturón.
Aunque Ponce comenzó bien la pelea, Matías pronto tomó el control y no se sorprendió, dijo, por la repentina y temprana conclusión de la contienda.
"Mi entrenador y yo éramos conscientes de que [Ponce estaba luchando] y sabíamos que la pelea no pasaría de los seis asaltos", dijo. "Nos entrenamos para ello, así que no nos sorprendió".
Matías espera volver al ring a finales de julio o principios de agosto, en Estados Unidos y muy probablemente en Showtime.
