La rápida revancha entre Mauricio Lara y Leigh Wood recibió una mancha antes de la pelea con el título mundial de peso pluma de la WBA sólo en la línea de Wood, ya que Lara no cumplió con el límite de peso de 126 libras. De hecho, la Junta Británica de Control de Boxeo prohibió a Lara pesar por debajo de las 128.5 libras, llegando a pesar casi 4 libras por encima del límite.
La primera pelea acabó mal para Wood, que perdió su título por nocaut en el séptimo asalto hace tres meses en Nottingham. El entrenador de Wood, Ben Davison, fue criticado por tirar la toalla en la primera pelea y Matchroom recibió un trato similar por organizar precipitadamente la revancha. Sin embargo, valía la pena, ya que Wood se impuso por decisión unánime y se convirtió en bicampeón del mundo en el Manchester Arena.
El primer asalto comenzó con Wood tomando el centro del ring y recibiendo un izquierdazo de Lara en los primeros 30 segundos. No disuadiría al inglés, que continuó al frente con algo más de cautela. Aparte de un puñado de jabs y algún golpe al cuerpo de Wood, poco más ocurrió en los tres primeros minutos.
Lara, más firme, conectó un contragolpe de izquierda en los primeros 25 segundos del segundo asalto. El mexicano cayó al suelo por un empujón. Wood se asentó en un ritmo, aterrizando un buen uppercut y un gancho de derecha a mediados del asalto. Wood aterrizó un buen upper de derecha que envió a Lara a la lona con 34 segundos en el reloj. Lara se levantó de inmediato con ganas de compensar el mal asalto.
El tercer asalto comenzó con Lara entrando con la cabeza y golpeando a Wood en la barbilla. Esto no disuadió al hombre de Nottingham de aterrizar una buena mano derecha que provocó el rugido de la multitud local en Manchester. Wood ya había encontrado su ritmo, contrarrestando a un Lara nervioso por su mal comienzo. El jab al cuerpo y el cambio de postura de Wood no daban a su adversario la oportunidad de encontrar su propia oportunidad para asentarse.
No pasó mucho en el cuarto, pero era Wood el que tenía el control total tras su fiable jab. Un ligero corte sobre la izquierda fue la única preocupación para él mientras continuaba superando con calma al mexicano. En el 5º, Wood siguió mostrando una gran superioridad de movimientos y habilidades boxísticas. Lara se lanzó hacia delante con cierta desesperación, sin acertar en la gran mayoría de sus golpes. Wood había establecido un ritmo que se adaptaba a su estilo y que le permitió superar con facilidad el sexto asalto y el temido séptimo. Una combinación de gancho de derecha, upper y gancho de izquierda fue lo más destacado al final del séptimo asalto, en el que su rival parecía cada vez más desesperado.
En los asaltos 8, 9 y 10, Wood esperó pacientemente la oportunidad de contragolpear. Toda la noche se lo puso fácil a un Lara lento. En el noveno asalto, una derecha solitaria dejó a Wood ligeramente sin equilibrio, pero Wood continuó dominando. La única forma en que puedo describir los dos últimos asaltos es como una temporada de golpes, ya que la actuación de Wood fue perfecta contra un Lara mediocre durante toda la velada.
Los jueces estuvieron totalmente de acuerdo con las puntuaciones de 118-109, 116-11 y 118-109 para que Wood fuera coronado de nuevo campeón mundial del peso pluma de la WBA. Lara encajó su derrota de forma admirable.
