Isaac "Pitbull" Cruz espera robar el espectáculo y reclamar el título superligero de la WBA de Rolly Romero el 30 de marzo en Las Vegas.
Ambos encabezan una cartelera reajustada en el T-Mobile Arena, en la que Sebastián Fundora ha sido elevado al evento principal contra Tim Tszyu, tras la lesión de brazo de Keith Thurman, y Fundora, a su vez, ha sido sustituido por Brian Mendoza contra Serhii Bohachuk.
Pero la pelea que ha acaparado la atención es la del agresivo Cruz y el franco Romero.
El mexicano Cruz tiene 25-2-1 (17 KOs) y ha ganado tres seguidos desde su ajustada derrota ante Gervonta "Tank" Davis. La última vez, en julio, en la cartelera Terence Crawford-Errol Spence, Cruz se impuso por decisión dividida a Giovanni Cabrera.
Romero se ha burlado de Cruz a lo largo de la preparación, refiriéndose a él como chihuahua, pero Cruz viene a pelear, y se jacta de lo que él llama el estilo mexicano.
"Describiría el estilo mexicano como un estilo valiente con muchos puñetazos. Es un estilo de ir hacia adelante sin dejar de ser inteligente", dijo Cruz a Gloves Off, el nuevo programa de programación de hombros de la PBC lanzado antes del 30 de marzo.
"Soy un boxeador cuyo estilo es el de un luchador, por eso estoy seguro al cien por cien de que tengo las características de un boxeador mexicano".
A menudo se le pregunta a Cruz sobre Davis, la pelea y si cree que existe la posibilidad de volver a enfrentarse a la estrella de Baltimore en el futuro. Hablando de su combate de diciembre del 2021, Cruz dijo: "Creo que él [Davis] pensó para sí mismo: '¿Dónde encontraron a este tipo? Llegó un momento en el que se estaba desesperando. No pudo hacerme daño y les dimos una gran pelea. Para mí, eso es boxeo mexicano".
El padre de Cruz era boxeador y metió a su hijo en el boxeo.
Romero es uno de los personajes más controvertidos del boxeo. El campeón, de Las Vegas, tiene 15-1 (13 KOs), y Cruz espera silenciar a Romero.
"No tengo palabras para describir a Romero", añadió Cruz. "No me importa si habla o lo que diga, el chihuahua va a aparecer, se va a transformar [en un pitbull] y nunca lo olvidará. Nunca volverá a ver a ese chihuahua, pero será una pesadilla para el resto de su vida.
"A él le gusta hablar, a mí también, pero con golpes en el ring. Estoy en el mejor momento de mi carrera. Siento que puedo arrebatarle el campeonato del mundo".