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En la esquina con Russ Anber: Ryder fue un pionero que mantuvo vivo el arte de pelear por dentro

El mayor cumplido que puedo hacer al recientemente retirado John Ryder es que sus combates deberían haberse retransmitido en blanco y negro. Era un verdadero boxeador de época.

Tuvo que esforzarse mucho, y no paraban de meterle con los mejores, casi como si esperaran que le derrotaran y se fuera, y cuando en vez de eso iba y ganaba. En lugar de las peleas de desarrollo que merecía, le dieron la boca del lobo.

Vi algo especial en él. Mira las emocionantes peleas que tuvo contra los mejores pesos supermedios de su época, que es lo que eran Saúl "Canelo" Álvarez y Callum Smith. También tuvo una pelea emocionante con Daniel Jacobs, uno de los mejores pesos medios.

Ver sus habilidades en el interior de cerca, desde la esquina de Smith en el 2019, significaba que mi respeto por él aumentaba round tras round. Se paró justo en el bolsillo con un campeón que hasta entonces estaba destrozando a sus oponentes. Ese tipo de habilidad en el interior es cada vez más un arte perdido.

En el 2024, a menudo parece que en cuanto los boxeadores se meten dentro, quieren agarrar y agarrar. Después, el árbitro los detiene y vuelven a pelear por fuera. No parece que haya muchos entrenadores que puedan o quieran enseñar a pelear por dentro, y la evolución del boxeo amateur ha contribuido a ello.

Durante más de un cuarto de siglo existió en el boxeo aficionado un sistema de puntuación por ordenador que animaba a los boxeadores a huir y a cercarse. No se recompensaba la agresividad ni pelear por dentro, y poco a poco, una generación después, este arte casi ha muerto.

El creciente número de buenos amateurs de Europa del Este que se hicieron profesionales también destacaron por su capacidad para golpear con potencia, boxear y moverse: me viene a la mente el gran Gennady Golovkin.

Cuando se habla de pelear por dentro, pienso en Roberto Duran, Marvin Hagler -que podía ser devastador en esa posición y no se le reconoció lo suficiente- y Wilfred Benítez. De la era anterior a la actual era muy bueno Ricky Hatton, que este verano ingresará en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo. Antes de Hatton estaban Julio César Chávez, Mike Tyson, Juan Laporte y el dorado Dwight Muhammad Qawi; antes de Durán y Benítez estaban Eusebio Pedroza y Joe Frazier. Antes que ellos estuvo Nicolino Locche. Liam Smith y Christian Mbilli son tan eficaces como cualquiera en el interior hoy en día, pero no es tan fácil identificar a otros como lo habría sido en años pasados.

Quedarse en el bolsillo contra los mejores del mundo -boxeadores que han construido sus carreras a base de derribar rivales- y no permitir que te toquen es una genialidad absoluta. Es pura artesanía en el ring.

Lo que me lleva de nuevo a Ryder. Tenía todas las herramientas necesarias para convertirse en el gran boxeador interior que fue, algo por lo que su entrenador, Tony Sims, merece todo el reconocimiento.

Sims apoyó a Ryder de una forma que los promotores nunca hicieron, y le ayudó a conseguir más de lo que sus promotores esperaban. La tenacidad de Ryder significaba que en su mejor momento podía estar sobre sus oponentes y era difícil mantenerlo - nada menos que "Canelo" Álvarez lo sabrá mejor que nadie, porque cuando pelearon en mayo del 2023 pensó que estaba a punto de parar a Ryder.

Álvarez hizo todo lo que pudo para detenerlo, y no pudo. Ryder tiene que haber sido uno de los oponentes que más se ganó su respeto, porque, incluso con la nariz rota y la cara cubierta de sangre, simplemente se negó a irse.

Ryder peleó siempre como un boxeador duro y siempre lo dio todo: para él, la jubilación es bien merecida. Pasará mucho tiempo antes de que veamos a otro tan bueno como él dentro del ring.

Russ Anber es el fundador y director ejecutivo de Rival Boxing, además de un entrenador muy respetado (tanto de profesionales como de aficionados), propietario de un gimnasio, cortador, empresario, locutor y uno de los mejores envolvedores de manos del mundo del boxeo. Vasiliy Lomachenko, Oleksandr Usyk, Artur Beterbiev y Callum Smith son algunos de los boxeadores con los que trabaja Russ.