El tricampeón mundial de los pesos pesados Oleksandr Usyk habló recientemente con The Guardian sobre la guerra en Ucrania. Usyk, habitualmente jovial, parece asustado por la muerte y la devastación, ya que el artículo describe el sombrío efecto que la guerra tiene en las personas y que les cambia la vida.
Lo que está claro es que Usyk ya no es sólo un boxeador. Es un pedazo del orgullo nacional ucraniano.
Cuando Usyk estuvo en el cuadrilátero después de que Tyson Fury detuviera a Derek Chisora, Usyk se dirigió a Fury con una mirada gélida mientras Fury soltaba lo siguiente
"Usyk, eres el siguiente, pequeño [improperio]", le dijo Fury a Usyk mirándole a los ojos. "¡Eres el siguiente, conejo! Imbécil. Pequeño culturista enano de quince piedras. No soy un culturista, mamón. Te voy a descartar. Ya me he cargado a un ucraniano, [Wladimir] Klitschko, y me cargaré a ti también, mocoso".
Usyk, por su parte, reflexiona con bastante firmeza, como si las burlas y los insultos no existieran.
"Antes había risas de niños y olor a boxeo en ese gimnasio. Toda la pasión del boxeo. Cuando llegué allí sólo olía a oscuridad y a muerte", dijo Usyk. "En ese momento decidí que quería devolver a los jóvenes atletas a ese gimnasio y que quería devolver a la gente a sus casas".
Cuando Usyk se enfrente a Fury será por orgullo... pero no el suyo, sino el de su país.
