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De regreso a casa Prograis se enfrentaba a los "nervios" antes de la reunión de Hearn con Haney

Regis Prograis ha revelado que sufrió los "nervios de su ciudad natal" en los prolegómenos y durante su poco convincente victoria sobre Danielito Zorrilla en Nueva Orleans.

El campeón del peso superligero de la WBC peleaba en su ciudad natal por primera vez en cinco años, y por primera vez en un combate por un título mundial.

En las semanas previas a la velada en el Smoothie King Center, se repetía que habían pasado 23 años -después de que Roy Jones Jr derrotara a Eric Harding- desde que Nueva Orleans acogiera un combate por el título mundial, e incluso más desde el apogeo de Willie Pastrano en la década del 1960, cuando un boxeador local disputó un título mundial en la ciudad.

El hecho de que Prograis peleara contra un rival tan poco ambicioso -el puertorriqueño Zorrilla sólo había sido avisado con un mes de antelación, tras la lesión de Aquiles sufrida por el australiano Liam Paro- tampoco habría ayudado, ni la presión a la que estaba sometido para sobresalir en su primera pelea bajo Matchroom y DAZN en la semana después de que Teófimo López se mostrara tan impresionante al derrotar a Josh Taylor.

Después de tener la suerte de que el árbitro Ray Corona no reconociera que había sido derribado en el primer asalto y de derribar a Zorrilla en el tercero, Prograis peleó constantemente con dificultades para cortar el cuadrilátero.

Bill Haney, el padre, entrenador y mánager del campeón indiscutible de peso ligero Devin, estaba junto al ring observando la actuación de Prograis, de 34 años, antes del posible paso de su hijo a las 140 libras, y Prograis, hablando con más magulladuras e hinchazón alrededor del ojo derecho de lo que quizá se esperaba, explicó: Los dos últimos días he sentido los nervios de mi ciudad natal".

"Los combates en casa son los peores, y así lo sentí. Mantuve mi cinturón y estoy contento por ello, pero no estoy contento con mi actuación.

"Todo el mundo que conoces está aquí. Las entradas y otras muchas cosas te afectan, es algo natural.

"En mi último combate, cuando peleé contra [José] Zepeda [y gané por nocaut en el undécimo asalto en noviembre], sentí que Zepeda era mucho mejor boxeador, y peleé en Los Ángeles y me sentí mucho más cómodo. Cuando peleé aquí, en Nueva Orleans, la presión se apodera de uno.

"[Zorrilla] no quería ser noqueado y vino a sobrevivir. Fue como si le hubiera perseguido durante 12 asaltos".

Cuando se le preguntó por el hecho de haber sido derribado en el primer asalto por un derechazo de Zorrilla, de 29 años de edad, y que para entonces se le habían concedido las puntuaciones de 118-109, 113-114 y 117-110, Prograis dijo: Cuando ocurrió, pensé: "Eso no ha sido un derribo". En el cuadrilátero no me pareció un derribo en absoluto.

"Parecía un derribo en la repetición.

"[Pero] no me lesioné en absoluto en la pelea.

"Tengo tantas grandes oportunidades delante de mí por mucho dinero grande, loco. Estaba mirando más allá.

"Debería haberle [cortado ] más. Muchas veces lanzaba el jab, pero tenía que haber pisado con el jab en vez de intentar lanzar un jab de preparación. Después de haberle cortado el ring, debería haberle cortado más el paso; también necesitaba lanzar más golpes al cuerpo".

Su promotor, Eddie Hearn -que tentó a Prograis para que se uniera a Matchroom en lugar de a Top Rank- reveló más tarde que tiene previsto reunirse con Devin Haney en Nueva York la próxima semana.

"Quieren pelear", dijo Hearn. "[Bill Haney] me miró en el décimo asalto y me saludó, y Bill me cae bien. Están hablando con nosotros; están hablando con Oriente Próximo. Les dije: 'Si queréis pelear en Oriente Próximo, hacednos una gran oferta', y también lo consideraremos. No se tratade que venga a nuestro programa.

"Veré a Devin en Nueva York la semana que viene".