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¿No ha cambiado? - Couch reflexiona sobre el emotivo paseo de Jonas al ring


Jane Couch, miembro del Salón de la Fama, acompañó el sábado a Natasha Jonas hasta el cuadrilátero para pelear con Mikaela Mayer en Liverpool.

"¿No ha cambiado?", bromeó la pionera británica.

Couch entrará en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo en junio, no por lo que hizo dentro de las cuerdas, sino también fuera de ellas. Llevó a los tribunales a la Junta Británica de Control del Boxeo para conseguir el derecho de las mujeres a boxear como profesionales en el Reino Unido, y a lo largo de los años soportó penurias y batallas legales.

"Boxeaba en todos los grandes programas de Estados Unidos, contra [Lucia] Rijker, en la misma cartelera que Roy Jones, que Naz [Naseem Hamed], que Lennox [Lewis], que Micky Ward", explicó Couch. "Pero lo que me impactó cuando salí [el sábado] fue la ovación, y miré hacia arriba y vi la pancarta que decía: 'Jane Couch, Fleetwood Assassin' en ella, y pensé: Joder".

"Nunca me dieron la oportunidad de hacerlo en este país".

Aunque Couch peleó en el Reino Unido, nunca recibió el mismo afecto o apoyo del que gozan las mujeres hoy en día.

Se entrenó en Bristol con algunos de los mejores profesionales masculinos, pero fue maltratada en los desplazamientos. A veces los promotores no le pagaban, a veces tenía que hacer múltiples escalas en los vuelos que la llevaban a los combates, aterrizando el día antes o el mismo día del combate, teniendo que someterse a exámenes médicos y análisis de sangre, peleando con pocas horas de sueño y hambre.

Una vez boxeó en un estadio al aire libre donde hacía un calor sofocante y no le habían avisado de que iba a pelear al aire libre.

La noche del sábado, que disfrutó, Couch se quedó pensando: "¿Por qué no hicieron esto cuando me dieron la licencia? Mira cómo habría evolucionado el boxeo femenino. Y contar con el apoyo de los promotores... Podría haber peleado con todas ellas en Gran Bretaña, así que me pregunto por qué las cadenas no se involucraron cuando obtuve la licencia. A las chicas se les paga [bien]. Tienen fisioterapeutas. Yo no tenía fisioterapeuta, ni dietista, ni nada por el estilo, sin más".

Algunas cosas, sin embargo, no han cambiado. Muchos pensaron que Mayer mereció una ajustada decisión en un reñido combate con Jonas, pero Couch tampoco era ajeno a perder en territorio enemigo.


"He estado varias veces en Europa y América, y creía que había ganado", recuerda Couch. "Hubo muchas veces, como cuando peleé con [Dora] Webber en Atlantic City, que pensé que era imposible que hubiera perdido, que lo había ganado por goleada, y se lo dieron a ella. Entiendes la política, pero en ese momento no. En ese momento echas humo".

Pero la lucha de Couch mereció la pena. En junio, entrará en el salón de los inmortales del boxeo en Canastota y sus combates quedarán registrados para las generaciones venideras. Tendrá el reconocimiento que no tuvo en los años noventa y noventa, aunque ella no pensaba que llegaría ese día.

"Cuando boxeaba, y lo hacía sin dinero o por muy poco dinero, siempre hacía esa pelea -como cuando estaba en la cartelera de Roy Jones Jr-, pensaba, haré ésta, la próxima pelea será masiva", declaró Couch. "Luego hice esa y no fue [masiva]. Luego hice la siguiente y la siguiente no lo fue. Entonces ni siquiera me pagaron... Así que te haces ilusiones. A medida que envejezco, no espero nada hasta que ocurre".

A finales de año se rodará una película sobre su vida, y Couch quiere ser positiva. Quiere respeto, que la gente reconozca su trayectoria, pero lo último que quiere es lástima por lo que tuvo que soportar.

"La gente te mira como a una víctima", concluye. "Yo no fui una víctima. Decidí pelear contra la Junta, luchar por estar en Inglaterra, y nos reímos y lo pasamos muy bien por el camino. Es parte de ser el primero, pero la gente siente lástima por ti y yo no quiero eso. No quiero que sea, 'Pobre Jane'. Porque tuvimos grandes noches. Hicimos grandes progresos en este deporte. Desgraciadamente, era esa época en la que a la gente no le gustaba el boxeo femenino. Pero yo no fui una víctima. Tuve grandes momentos".