Devin Haney sigue aspirando a pelear con Teófimo López.
El púgil de 25 años peleará el sábado contra el campeón del peso superligero de la WBC, Regis Prograis, en el Chase Center de San Francisco.
Lo hace tras haber firmado con Matchroom tras la conclusión de su acuerdo promocional con Top Rank, la organización bajo la que López derrotó recientemente a Josh Taylor.
Taylor-López tuvo lugar poco después de que Haney defendiera el título indiscutible del peso ligero con la victoria sobre Vasyl Lomachenko, y antes del anticipado paso de Haney a las 140 libras, su padre, entrenador y mánager Bill asistió a Taylor-López y Prograis-Danielito Zorrilla en fines de semana sucesivos.
En un momento en el que estaban en conversaciones con Matchroom, Top Rank y Skills Challenge Entertainment de Arabia Saudí sobre el último capítulo de su carrera, Haney identificó a Matchroom y una pelea con Prograis, de 34 años, como su próximo movimiento favorito.
El estatus de López como líder mundial del peso superligero, como consecuencia de la contundencia de su impresionante victoria sobre Taylor, significa que una pelea entre él y Haney -hasta hace poco líder mundial del peso ligero- tendría un atractivo considerable.
"Regis Prograis] era un combate fácil", declaró Haney. "Eddie [Hearn] y yo tenemos una gran relación, una gran relación de trabajo, y yo era un agente libre.
"Hice lo que hice con Top Rank - [me] ocupo de mis asuntos, y volvimos a hablar con Eddie Hearn. Él tiene Regis Prograis, así que fue fácil.
"Yo quería conseguir un título. De ese modo, si se producía un combate contra Teófimo [López], tendría ventaja: quería entrar en la pelea con el título, así que cuando negociáramos llegaríamos con un título. Y, sí, sería mucho más fácil para nosotros.
"Matchroom tenía una pelea fácil de hacer. Estaban interesados en pelear; Regis [Prograis] estaba claramente dispuesto a hacerlo, así que así fue como se tomó mi decisión".
La impresionante victoria de Haney sobre Lomachenko sigue siendo objeto de controversia, debido a los numerosos observadores que creen que Lomachenko mereció la decisión. A la pregunta de si se había planteado darle la revancha al ucraniano, Haney respondió: "Sin duda se me pasó por la cabeza, varias veces. Hablé con mi padre y con Top Rank sobre cómo sería una revancha, cuáles serían las cifras, y no me cuadraba.
"No tenía sentido, ¿sabes? Sé que será una gran pelea, mucho mayor que la primera. Fue una controversia, por supuesto, el segundo iba a ser más grande, pero las cifras no parecían ser mucho más grandes".
"Sabía que era una pelea reñida. Pero, ya sabes, es sin más el boxeo, ¿qué se le va a hacer? Era el tipo que querían que ganara, al que eligieron para ganar. Me abuchearon todo el tiempo, ¿sabes? El público enloqueció con todo lo que él hizo, y yo apenas recibí vítores por lo que hice. No fue una sorpresa para mí [que provocara tanta polémica]".
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