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Jordan Gill: "Me bebí un litro de vodka e iba a suicidarme"

Jordan Gill se reincorporó a la competición anoche en Belfast.


Aceptó la llamada de Matchroom para ser el rival de Michael Conlan tras 14 meses fuera de los cuadriláteros. Gill se enfrentó por última vez a Kiko Martínez a finales del 2022, y perdió su título europeo por nocaut en el cuarto asalto. El propio Conlan también buscaba volver a la senda de la victoria tras una devastadora derrota por nocaut en el quinto asalto ante el campeón mundial de la IBF, Luis Alberto López, el pasado mes de mayo.


Anoche, en la capital norirlandesa, Gill alcanzó la gloria con las dos manos al vencer por nocaut en el séptimo asalto.


"No tenemos campeones de donde vengo, quiero ser campeón del mundo". dijo Gill en la entrevista posterior al combate en DAZN. "Después de esta victoria, merezco una oportunidad.


"El plan era hacer trabajar a Mick, sabía que le faltaba eficacia. Pensé que podía hacerle daño con cualquier mano y le hice daño en cada asalto, y sabía que lo haría. Le derribé de forma contundente (en el segundo asalto) y pensé que entonces podría haberse detenido. Cuando se levantó, pensé que le ganaría, que era sin más una cuestión de tiempo. En algunos momentos me desvié del plan de juego. Lo siento por Ben Davison, Lee Whitely y Barry [Smith], pero al final lo conseguí".


Gill (28-2-1, 9 KOs) se había quedado fuera del radar en el último año. Antes de su derrota ante Martínez, había conquistado el título europeo del peso pluma con una victoria por nocaut en el noveno asalto contra Karim Guerfi en Londres. El púgil de Cambridgeshire, de 29 años, habló de un año difícil fuera del cuadrilátero.


"He tenido un año duro". explicó Gill. "No mucha gente sabe por lo que he pasado este año. Tras la derrota de Kiko, perdí el contacto conmigo mismo. Rompí con mi mujer. El 30 de junio estaba en un campo, me bebí un litro de vodka e iba a suicidarme. Alguien me salvó, alguien vino y me salvó ese día. Fui al gimnasio de Ben Davison, trabajé con Barry, Barry se ha esforzado mucho conmigo. Mi padre ha estado a mi lado, mis amigos y mi familia están ahí apoyándome".


A Gill se le dibujó una sonrisa en la cara al recordar un periodo difícil de su vida.


"A todos mis amigos, no tengo palabras para agradecérselo". continuó Gill. "La semana que viene abriré mi propio gimnasio con mi amigo Damien. He dado un giro a mi vida este año en los últimos cuatro meses. Y es sin más por eso [señalándose la cabeza]. Si estás pensando '¿qué estoy haciendo con mi vida? Puedes hacerlo, cambiar. Sólo tienes que levantarte y creer en ti mismo e ir y hacerlo, porque nadie creía que yo podía hacerlo, yo lo hice, y eso es todo lo que importaba".