Tyson Fury se mostró un tanto humilde tras la conclusión de su encuentro con Francis Ngannou el pasado fin de semana en Riad (Arabia Saudí).
Se esperaba que el campeón del mundo de los pesos pesados de la WBC saliera indemne del combate con Ngannou. Sin embargo, no todo fue coser y cantar.
Derribado, magullado y peleando por preservar la dignidad de este deporte, Fury se impuso a Ngannou por decisión dividida a los puntos tras ser derribado en el tercer asalto de su combate a diez asaltos.
Fury, ya en el lanzamiento de la promoción con su encuentro con Ngannou, insistió en que el ex campeón de los pesos pesados de la UFC presentaría una tarea más difícil que su rival de división y campeón mundial unificado de los pesos pesados, Oleksandr Usyk.
Esa opinión no cambió tras la conclusión de la contienda con Ngannou.
"Escucha, [Usyk es] un hombre más pequeño que Francis", dijo Fury a Bernardo Osuna de ESPN en el ring. "Siempre dije que Francis era una pelea mucho más peligrosa que Oleksandr. Y eso es todo".
La fecha del 23 de diciembre ha sido pregonada y reconocida por todas las partes en relación con el indiscutible encuentro de pesos pesados entre Fury y Usyk. Sin embargo, el promotor Frank Warren intentó moderar las expectativas insistiendo en que velaría por los intereses de Fury. Sugirió que intentará retrasar el encuentro de los pesos pesados hasta el nuevo año.
Fury continuaría con sus comentarios sobre Ngannou de forma elogiosa, afirmando que era mucho mejor de lo que pensaba que sería.
"Escucha, era un buen boxeador", dijo Fury. "No hay excusas. Es un buen boxeador. Es mucho mejor de lo que pensé que sería. Y me dio una buena pelea. Juego limpio para él. Que Dios le bendiga".
Fury, que sufrió un derribo en el tercer asalto, descartó los efectos del golpe, que envió fuertemente a la lona al púgil de la WBC. Fury cree que el golpe fue detrás de la nuca, cuando no fue así.
"Sin más, Fury cree que el golpe fue detrás de la nuca, cuando en realidad no lo fue. "Creo que fue como un golpe de refilón en la parte posterior de la cabeza. Y fue lo que fue. Estaba bien".
El derribo de Ngannou fue el factor decisivo en la tarjeta del juez Ed Garner, quien anotó a Ngannou como ganador 95-94. Los jueces Juan Carlos Pelayo (96-93) y Alan Krebs (95-94) puntuaron siete y seis asaltos para Fury, respectivamente.