Ken Buchanan, que se convirtió en el primer campeón mundial indiscutible de Escocia, pero que perdió su título en circunstancias controvertidas ante Roberto Durán, ha fallecido a los 77 años.
La Fundación de Ken Buchanan anunció en un post en su página de Facebook que el ex campeón del peso ligero "murió plácidamente mientras dormía" el sábado por la mañana. Su hijo Mark reveló el año pasado que Buchanan había sido trasladado a un centro asistencial tras diagnosticársele demencia.
Nacido en Edimburgo en junio de 1945, se inició en el boxeo a los ocho años y ganó su primera medalla con 8 años y 44 libras. Ganó el título británico amateur en 1963 y se convirtió en profesional dos años después.
Ganó sus primeros 33 combates como profesional antes de ser derribado y superado por el español Miguel Velásquez en un combate por la corona europea del peso ligero. Ocho meses después, sin embargo, fue a Puerto Rico y venció por decisión dividida al favorito local Ismael Laguna para ganar el título mundial de la WBA. Al año siguiente, añadió el cinturón del WBC por decisión sobre Rubén Navarro en Los Ángeles para convertirse, en la época de esplendor de sólo dos organizaciones del deporte, en campeón indiscutible. Seguiría siendo el único escocés en ostentar ese honor hasta que Josh Taylor reuniera los cuatro cinturones en las 140 libras en el 2021. Taylor fue uno de los que ofrecieron sus condolencias tras la noticia, publicando en Instagram que: "Me entristece escuchar la noticia del fallecimiento de mi héroe y el mejor campeón escocés de todos los tiempos, en quien me inspiro tanto."
Buchanan perdió su campeonato en el Madison Square Garden el 26 de junio de 1972, cuando se enfrentó al torbellino de ferocidad que era un Roberto Durán de 22 años. Buchanan había perdido la mayoría de los 12 asaltos disputados, pero su derrota por nocaut al final del decimotercero fue, por decirlo suavemente, controvertida. Como se describe en el sitio web Fight City
"A medida que transcurrían los últimos segundos del decimotercer asalto, los dos boxeadores se enzarzaron en un animado intercambio. Momentos antes, Duran había estado a punto de enviar a Buchanan contra las cuerdas con un par de derechas, pero el campeón devolvió el fuego con cuatro grandes derechas propias y un gancho de izquierda al sonar la campana. Roberto intentó contragolpear y, tras sonar la campana, LoBianco se abalanzó sobre él por detrás justo cuando clavaba un uppercut de derecha en la entrepierna de Buchanan. El árbitro apartó a Duran; Buchanan volvió a caer contra las cuerdas y luego se cayó a la lona.
"No puede haber ninguna duda: Buchanan fue víctima de una infracción y resultó gravemente herido. No hubo actuación. Recibió un puñetazo en las partes privadas, así de simple, y encima después de la campana.
"Que el aspirante fue, hasta el momento en que asestó ese golpe bajo, claramente el mejor hombre de la noche, tampoco puede haber duda... Pero dicho esto, tampoco puede haber duda de que Buchanan fue víctima de una gran injusticia".
Mientras Duran pasó a dominar la división de los pesos ligeros y a convertirse en un grande de todos los tiempos, Buchanan sólo disputaría el título una vez más, cayendo por decisión ante Guts Ishimatsu en el 1975. Ese mismo año se retiró con un récord de 57-3 antes de iniciar un malogrado regreso en 1979 y retirarse definitivamente en el 1982 con un récord final de 61-8 (27 KOs).
Con frecuencia volvía a recordar la derrota de Durán, diciendo que "cada vez que pienso en Durán, me duelen las pelotas". En una extraña ocasión, en 1el 995, abandonó la obra en la que trabajaba y tomó un vuelo a Nueva York para enfrentarse al panameño, de quien había oído que se entrenaba allí. No lo encontró, pero se reencontraron en un acto en el 2002, donde la enemistad quedó enterrada con un largo y cálido abrazo.
En su retiro, Buchanan tuvo problemas económicos y de alcoholismo, pero fue homenajeado en un documental del 2021, Undisputed: The Life and Times of Ken Buchanan.
Entre los protagonistas del documental se encontraba Taylor, que describió una ocasión en la que la leyenda apareció en el gimnasio donde entrenaba.
"Un día entró por la puerta. Empezó a ponerse las vendas y las zapatillas de cuero blanco de la vieja escuela y empezó a golpear los sacos.
"Dejé de entrenar y me quedé mirándole. Todavía tenía los movimientos, y yo estaba como 'Wow, ese es el campeón indiscutible, justo delante de mí'".
El propio Buchanan se mostró más circunspecto sobre sus logros, declarando en el mismo documental:
"Sólo soy Kenny Buchanan, fui campeón del mundo, pero eso ya quedó atrás, se acabó. He tenido una buena vida, una gran vida, he hecho cosas que nadie ha hecho en este país y lo he disfrutado".
