Es la pelea más importante del año y una de las más grandes que se pueden hacer en el boxeo. Cuando Errol Spence y Terence Crawford se enfrenten para unificar los títulos del peso welter el 29 de julio en Las Vegas, Crawford subirá al ring como favorito. Aquí analizamos por qué algunos piensan que podría tener ventaja sobre Spence en uno de los combates más esperados del boxeo en años.
ACTIVIDAD
Spence ha luchado durante años contra la inactividad, en parte por su culpa. Por supuesto, tuvo el sonado accidente de coche, y sólo ha boxeado una vez en tres años, aunque impresionó contra Yordeins Ugas, en su última pelea en abril del año pasado. Antes de eso, hubo una pelea en el 2020, dos en el 2019, dos en el 2018, una en el 2017 y dos en el 2016. Son unas nueve peleas en ocho años. Sí, eso significa que podría estar mejor conservado, y Crawford solo ha tenido 12 en ese mismo período, por lo que difícilmente es Archie Moore, pero la última pelea de Crawford fue en diciembre, por lo que es menos probable que haya tanto óxido en Crawford.
CAPACIDAD PARA CAMBIAR
Spence no es un boxeador unidimensional. Puede boxear de maravilla, atacar y defender, no sería uno de los mejores boxeadores libra por libra si no lo tuviera todo. Pero muy pocos boxeadores tienen lo que tiene el ambidiestro Crawford, la capacidad de cambiar de postura y ser igual de bueno en ambos sentidos. Crawford ha sido más eficaz como zurdo contra algunos rivales, y mejor contra otros en posición derecho. El hecho es que puede hacer ambas cosas igual de bien con poca o ninguna interrupción. La capacidad de Crawford para cambiar sin problemas, con el pie delantero o el trasero, es una cualidad poco común, y debe hacer de él una pesadilla para prepararse.
EXPERIENCIA
No se trata sin más de que Crawford haya peleado 39 veces, Spence 28 y lleve casi cuatro años más como profesional. Ambos han peleado en la carretera, Crawford ganó su primer título en Glasgow contra Ricky Burns y Spence derrotó a Kell Brook en Sheffield. Pero Crawford se ha forjado una base de aficionados bajo la mirada expectante de sus seguidores en Omaha, venció a Shawn Porter en Las Vegas hace dos combates, se podría afirmar que ha boxeado con una mayor variedad de estilos, desde los puños relámpago de Amir Khan y Yuriorkis Gamboa hasta la presión demoledora de David Avanesyan y Egidijus Kavaliauskas y las habilidades de Porter y Brook (estos dos últimos, por supuesto, también fueron derrotados por Spence), lo que hace de Crawford un competidor más redondo.
Un ring puede ser un ring en cualquier parte, pero Spence, por cierto, no pelea en Las Vegas desde que venció a Phil Lo Greco en junio del 2015 en el cartel Adrien Broner-Porter.
VIDA LIMPIA
Durante años, los escritores han hablado de boxeadores que 'viven la vida' y Crawford es uno de ellos. No le filman saliendo de clubes nocturnos, no sube de peso entre peleas y lleva toda su carrera peleando como si solo tuviera una oportunidad.
Spence tuvo un infame accidente automovilístico en su Ferrari en el 2019, que lo vio tener una estancia en cuidados intensivos, antes de regresar para enfrentar a Danny García. El auto de Spence rodó múltiples veces y él salió volteado del vehículo, y no llevaba puesto el cinturón de seguridad. En total, estuvo seis días en el hospital y, tras admitir que había bebido alcohol, fue encarcelado durante tres días.
Se ha seguido especulando sobre cómo vive su vida lejos de las cámaras, pero en la noche de pelea -hasta ahora- siempre ha dejado anuladas esas discusiones.
ES EL HOMBRE MÁS PEQUEÑO
Esta afirmación podría contradecir a quienes sostienen que Spence es el hombre más grande por naturaleza, ya que ha hecho carrera en el peso welter. Sin embargo, puede que llegue un momento en el que, a sus 33 años, a Spence le resulte cada vez más difícil llegar a los 147 kilos. Pesó casi 150 libras en su debut hace 11 años -después de una larga y condecorada carrera amateur que le llevó a los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Londres-, pero esos primeros pesos indican que Spence estaba cómodo en ese peso hace una década. Crawford debutó con 138 libras y ganó su primer título mundial en el peso ligero, enfrentándose a Burns con 134 libras y media. Se podría argumentar que, orgánicamente, a estas alturas el peso welter es más adecuado para el púgil de 35 años, que ha hecho campaña en 147 durante los últimos cinco años.
