Después de 37 años, 748 retransmisiones y 1,821 combates (640 de ellos por el título mundial), Showtime Boxing cerrará sus puertas a finales del 2023. Cuando se le preguntó por sus recuerdos de una cadena de boxeo con la que está indeleblemente asociado, el miembro del Salón de la Fama Steve Farhood, que ha actuado como anotador no oficial de Showtime Championship Boxing y de los PPV de Showtime y como experto analista de ShoBox, mencionó tres combates que le vinieron inmediatamente a la mente, uno de ellos un combate legendario en el que no estuvo junto al ring.
"La primera pelea que me viene a la mente es Corrales-Castillo, que algunos consideran la mejor pelea de todos los tiempos", dijo sobre la épica victoria por nocaut en el décimo asalto de Diego Corrales sobre José Luis Castillo en el 2005. Pero, según dijo al podcast Showtime Boxing, ni siquiera estaba en Las Vegas para el evento televisado por Showtime porque la noche anterior había estado en el Casino Foxwoods para asistir a una cartelera de ShoBox que produjo su propio evento principal memorable: el peso medio junior Sechew Powell noqueó a Cornelius Bundragel en sólo 22 segundos.
"Doble derribo con los dos primeros golpes lanzados en la pelea, y luego un nocaut puro con el tercer golpe", recordó. "Así que, con tres puñetazos lanzados en la pelea, tenías tres derribos, y un nocaut".
Luego estaba la pelea de la mordida, Mike Tyson siendo descalificado en su revancha por el título de los pesos pesados con Evander Holyfield tras recibir un trozo de oreja.
"Lo que recuerdo de ese momento es que supe exactamente lo que había hecho en el momento en que ocurrió", dijo. "Me recordó un poco a Duran-Leonard en Nueva Orleans, cuando Duran abandonó. "Todo el mundo en la sección de prensa se volvió hacia el tipo que estaba a su lado y dijo: '¿Acabo de ver eso? Era tan increíble que no te podías creer que hubiera ocurrido de verdad. Lo mismo ocurrió con la pelea a mordiscos. Pero lo que recuerdo con más claridad es que había pasado una hora desde el combate y yo estaba con Nigel Collins [entonces editor de The Ring], subimos al vestíbulo del MGM y vimos cuerpos esparcidos por el suelo cerca de la entrada del hotel. Recuerdo perfectamente que me dirigí a uno de los guardias de seguridad y le pregunté: "¿Están muertos? Y me dijo: 'No, los han pisoteado'. Hubo disparos en el casino y supongo que cuando sonaron los disparos todo el mundo en el casino entró en pánico e intentó salir corriendo y hubo mucho pisoteo. Fue bastante, bastante salvaje".
