Dillian Whyte ha rechazado las insinuaciones de que podría acabar asegurándose un combate con el ex campeón del mundo de los pesos pesados de la WBC Deontay Wilder si derrota a Anthony Joshua en la esperada revancha entre ambos el 12 de agosto.
Whyte y Joshua reavivarán su rivalidad de sus días como boxeadores aficionados. Whyte consiguió una victoria por nocaut antes de que Joshua derrotara a Whyte en siete asaltos en diciembre del 2015 como boxeadores profesionales.
Desde entonces, Joshua se ha convertido en dos veces campeón del mundo unificado de los pesos pesados. Whyte consiguió finalmente una oportunidad de título mundial contra Tyson Fury en abril del año pasado, sucumbiendo a un nocaut de Fury en el estadio de Wembley, Londres.
Joshua está sujeto a un acuerdo provisional para enfrentarse a su rival de división, Wilder, que se especula se celebrará en diciembre en Arabia Saudí, siempre que salga victorioso de la revancha con Whyte. Muchos creen que si Whyte derrota a Joshua, heredará la tarea de enfrentarse a Wilder en el desierto de Arabia Saudí.
Whyte, en declaraciones a Steve Bunce, de BBC five live, cree que no tendrá esa oportunidad si sale victorioso y que "gane, pierda o empate" Joshua seguirá en su persecución para enfrentarse al "Bombardero de Bronce" Wilder.
"No lo creo", respondió.
"Él ya tiene garantizado pelear con Wilder gane, pierda o empate. Por eso va a pelear. Es una garantía de que la pelea ya está hecha. No va a aceptarlo porque, como está diciendo, lo está arriesgando todo; están diciendo tonterías. La pelea está garantizada para ganar, perder o empatar. Realmente no está tomando ningún riesgo. Esta pelea está ocurriendo por codicia, de verdad, por lo que estoy agradecido".
Sin embargo, Whyte cree que no se le ha dado el respeto y el trato que cree que merece. Whyte argumenta que debería haber peleado una vez este año tras su ajustada victoria sobre Jermaine Franklin el pasado diciembre.
"Ha habido altibajos", dijo.
"Esperaba estar ya en mi segunda pelea este año. Ha habido altibajos, pero el boxeo es duro. Estoy acostumbrado a los altibajos en mi vida. Es una pena ser uno de los mejores boxeadores del mundo [y] seguir luchando como hace diez años. No tengo que quedarme fuera del Camden Centre vendiendo entradas en mi camerino fines de semana seguidos antes de entrar ahí.
"Ha sido duro. No me han tratado como debían ni me han respetado como debía, pero así es la vida. Cuando te dan limones, haces limonada, así que ya debo de ser un maestro de la limonada".
