Lawrence Okolie se mostró desafiante tras recibir abucheos durante su concluyente victoria a los puntos en 12 asaltos sobre David Light en Manchester.
Okolie se impuso en un combate aburrido y sólo disfrutó de algunos momentos de éxito al final de la pelea, cuando sacudió al neozelandés en un par de ocasiones, lo que le valió críticas en las redes sociales por su mediocre actuación.
Fue el primer combate de Okolie en un año debido a problemas promocionales, su primera pelea con Boxxer y la primera con su nuevo entrenador Sugar Hill.
"Hay cosas en las que quiero trabajar", admitió el campeón del peso crucero de la WBO. "En el gimnasio, hay cosas que estoy haciendo que son increíbles. En la noche de la pelea... hoy hice algunos, momentos de ello, pero mantenerlo es una cosa diferente y creo que eso viene con un poco más de experiencia, mucho más tiempo con Sugar, viendo lo que funcionó hoy y aplicándolo una y otra vez. Ahora estoy listo para el próximo combate".
Okolie habló después de tres nombres, entre ellos Jai Opetaia, el ex compañero de cuadra de Shane McGuigan Chris Billam-Smith y el también británico Richard Riakporhe.
"Hay muchas expectativas puestas en mí como campeón del mundo, y lo entiendo", declaró Okolie en el encuentro con los medios de comunicación posterior al combate. "Puedo hablar todo lo que quiera, estoy listo para pelear con cualquiera. Para mí, 19-0 es una gran alegría, una gran bendición y a por el siguiente. Lo más importante es estar en forma, estar fresco".
Sugar Hill dijo que no había sido demasiado duro con Okolie entre los asaltos, pero afirmó que tenían mucho en lo que trabajar.
"Lo hizo bien, lo intentó, y sé por esta experiencia que va a esforzarse más en lo que estamos trabajando para hacerlo más sólido", declaró Hill a ID Boxing.
La pareja sólo lleva trabajando junta desde enero, y a la pregunta de si le había leído la cartilla a Okolie, Hill respondió: "No estaba descontento, sólo necesitaba llamar su atención".