Antes de documentar lo que sigue, aunque sólo sea en aras del equilibrio, parece justo reconocer lo tediosa que resultó a menudo la cartelera previa al soberbio combate entre Gervonta Davis y Ryan García.
Quizá tanto que puso a prueba la paciencia de muchos de los presentes, hasta el punto de que algunos empezaron a abuchear incluso antes de que concluyera el primer asalto de la pelea de Gabriel Rosado con Bektemir Melikuziev (¿habían tenido tiempo siquiera de determinar si estaban viendo una pelea lo bastante aburrida como para abuchear?)
No se oyó abuchear a nadie en las filas de la prensa, pero en un momento dado lo que sí se oyó fue a un exasperado reportero decirle a una colega: "¡Mira por dónde vas! ¡Tienes que tener cuidado! Eres la segunda persona que hace eso!". Esa colega acababa de tropezar con el cable de su portátil, innecesariamente largo y desordenado, en el borde de un escalón alto incluso para los estándares de un recinto como el T-Mobile Arena, y a punto estuvo de caerse hasta donde, como mínimo, se habría hecho daño -si no lesionado-.
A continuación, en un acto de cortesía que no se merecía, la vio recoger el cable que estaba en la pasarela y guardarlo para minimizar el riesgo de que alguien más se hiciera daño como ella había estado a punto de hacerse. Cuando terminó de hacerlo, el propietario del portátil tampoco le dio las gracias ni le preguntó si se encontraba bien. Es probable que, si tuviera más movilidad, lo hubiera recogido en cuanto lo enchufó, o que apreciara más el valor de no lesionarse.
El mismo reportero fue uno de los pocos a los que se dio la oportunidad de hacer, en la rueda de prensa posterior al combate, una pregunta al "Tanque" Davis. Sin embargo, no preguntó a Davis cómo había conseguido rendir de forma tan impresionante teniendo en cuenta que será sentenciado el 5 de mayo y que se espera que pase los próximos meses en prisión, ni cómo se sentía ante la perspectiva de hacerlo teniendo en cuenta que el combate más importante de su carrera estaba fuera de juego.
Si no era su responsabilidad hacerlo, resultó frustrante que los organismos de radiodifusión Showtime y los promotores Premier Boxing Champions mantuvieran al mínimo las preguntas a quien aclaman como la "nueva cara del boxeo". Davis se ha convertido en un espectador imprescindible; sus respuestas a ambas preguntas probablemente habrían aumentado su atractivo.