El promotor Jamie Conlan supervisa el rápido regreso a la acción de Lewis Crocker este sábado en Belfast, cuando se enfrente a José Félix, menos de seis semanas después de su último combate con el rival local Tyrone McKenna.
Crocker salió como favorito ante McKenna en la cartelera de Michael Conlan-Jordan Gill en el SSE Arena de la ciudad. Crocker se impuso por decisión unánime, con una actuación apasionante.
"Lewis, hace dos años, tuvo un año terrible", dijo Conlan a ProBox TV. "No conseguimos ningún combate, hubo muchas peleas que no se celebraron, las cosas no funcionaron. Hubo peleas que se cancelaron el mismo día, lesiones en la semana del combate... Pasaron muchas cosas. Pero el año pasado nos sentamos y pusimos en marcha un plan para pelear el mayor número de veces posible. Decidimos que nos encantaría salir a la carretera, tener actividad y conseguir una nueva base de operaciones, cosa que hizo con [el entrenador] Billy Nelson.
"Queríamos tener un gran final de año con una pelea multitudinaria. Tanto él como McKenna necesitaban una gran pelea, y resultó que pelearían entre ellos, así que fue una gran oportunidad".
El hermano de Jamie, Michael Conlan, sufrió el mes pasado una segunda derrota consecutiva por nocaut -contra Jordan Gill-, tras la cruel derrota sufrida ante el campeón mundial Luis Alberto López, lo que dejó a Belfast sin una estrella. Sin embargo, la dominante y llamativa actuación de Crocker contra McKenna le lleva a ser cabeza de cartel en el Ulster Hall de Belfast mañana por la noche en DAZN.
"Fue una pelea que realmente captó la imaginación de la ciudad", explicó Conlan. "Fue una pelea que dividió la opinión de la ciudad. Fue una pelea que siempre iba a dejar a uno de ellos como la superestrella. El que ganara iba a salir de allí con el apoyo de la ciudad, y Lewis lo hizo".
La empresa de promoción de Conlan, Conlan Boxing, esperaba ver a su hermano menor, Michael, liderar la compañía y enarbolar la bandera del boxeo en una Belfast apasionada por las peleas. Mientras que el próximo movimiento de Michael no está claro, el negocio promocional continúa a buen ritmo.
"Es como una montaña rusa", añade Conlan. "Sin más, tienes que subirte a ella, apretar los dientes y aguantar todo lo que puedas. Es divertido, pero a veces es difícil tratar con la gente. Cuando ves la progresión de la carrera de un joven, como Lewis o Paddy McCrory, te sientes bien. Tenemos otro espectáculo en Belfast que anunciaremos en una o dos semanas".