La reacción que vi en Oleksandr Usyk ante el derechazo que le propinó Daniel Dubois en el quinto asalto de su pelea fue la de un golpe legal.
Tampoco creo que estuviéramos analizando la actuación del árbitro Luis Pabón si no fuera por la importancia de la pelea y el apetito, en 2023, por la polémica.
Sabíamos que Usyk era vulnerable al cuerpo; cuando lo vi caer por primera vez, lo estaba viendo desde atrás, así que pensé que había sido derribado por un golpe al cuerpo. Fue cuando Pabón hizo la señal de un golpe bajo cuando Usyk se llevó la mano a la taza, que no es como reacciona un boxeador cuando recibe un golpe en la ingle, sino que lo hace inmediatamente.
Pero era Pabón la autoridad, y al declarar ilegal lo que era un golpe al límite, lo convirtió en ilegal. A Usyk, a su vez, no se le puede culpar por aprovecharse de ello, eso es lo que hacen los boxeadores.
Nunca sabremos si, de haberlo considerado legal Pabón, Usyk seguiría siendo un boxeador invicto. Usyk ya ha dicho que si lo hubiera hecho habría saltado a la palestra, pero cualquier otro boxeador diría lo mismo. En cualquier caso, la revancha no está justificada, nadie necesita verla.
Puede haber una posibilidad de que el promotor de Dubois, Frank Warren, pueda forzarla, pero le costará mucho dinero y no creo que merezca la pena. También ha hablado anteriormente de Usyk peleando con Tyson Fury.
Anteriormente había pensado que Fury-Usyk no iba a suceder. La pelea de Fury con Francis Ngannou me hizo creer que estaba priorizando el dinero sobre el legado, pero ver At Home With The Furys me recordó lo impredecible que sigue siendo.
Fury era, y sigue siendo, el favorito en ese combate. Por su tamaño y su habilidad, vence a todos los boxeadores del planeta. Contra Dubois, Usyk también se mostró dubitativo. No parecía tan bueno como contra Anthony Joshua, cuando era fenomenal y resistente.
Intenté defender a Dubois cuando hincó la rodilla tras romperse el hueso orbital en 2020 al pelear contra Joe Joyce. He tenido esa lesión - el dolor es terrible, y lleva a un boxeador a temer por su salud. No se merecía las críticas.
El final de su pelea con Usyk fue diferente. Es casi como si estuviera pensando en ser herido - que podría ser tan fácilmente el estrés post-traumático, que se remonta a la pelea con Joyce, ya que podría ser algo arraigado en él. Ninguno de nosotros puede saberlo. Lo que sí sabemos es que no es el tipo de boxeador que está dispuesto a salir con su escudo.
Si creía que había asestado un golpe legal, debería haber ido a por todas intentando golpear el cuerpo de Usyk durante los dos asaltos siguientes y arriesgarse a asestar golpes bajos, porque encontrar el cuerpo era su única oportunidad de ganar. No me importa si se levantó a los 9,75 segundos - tomó una cuenta de 10. Se quedó en el suelo.
Durante mucho tiempo ha habido una sensación de emoción en torno a Dubois, pero su derrota ante Joyce, y Joyce a su vez perdiendo ante Zhilei Zhang - como sospecho que volverá a hacer en su revancha - pone su posición en el panorama de los pesos pesados en perspectiva. Está uno o dos peldaños por debajo de la clase mundial.
Ese mismo fin de semana, Jared Anderson, otro peso pesado que entusiasma al mundo, tuvo otra buena actuación al vencer a Andrii Rudenko. Después del combate, también parecía que había crecido fuera del cuadrilátero de la misma forma que está creciendo dentro de él.
Rudenko es un rival duro, duradero y con experiencia, que ya ha superado la distancia con Zhang y Alexander Povetkin. Lo que me gustó de la actuación de Anderson es hasta qué punto, sabiendo que Rudenko tiene un buen mentón, se centró en su cuerpo. Tenían una estrategia, y él la ejecutó. Lanzó constantemente golpes al cuerpo.
También siguió cometiendo algunos de los errores que cometió contra Charles Martin - retroceder con las manos bajas, ser golpeado con derechas por encima del hombro y tomar riesgos innecesarios - pero fue una buena pelea para seguir a la victoria sobre Martin. Me gusta lo que aporta a la escena de los pesos pesados.
Cualquier boxeador que no diga que pelea por el dinero que le pagan es pura palabrería para la cámara. Se le ha criticado por decir que pelea por dinero, pero en realidad ha dicho que pelea por seguridad económica, que es muy diferente. Viene de una familia que no tenía seguridad económica. Su hermano está en la cárcel. Intenta salir de donde viene; innumerables boxeadores han peleado por la misma razón. Es muy, muy crudo, emocionalmente - dice lo que realmente siente.
Entiendo por qué Top Rank quería que peleara relativamente rápido después del combate contra Martin: al vencer a Rudenko, las críticas indebidas que recibió aquella noche quedaron atrás. Anderson tiene 23 años, así que no hay razón para que se precipite; sería preferible que siguiera construyendo y aprendiendo, en lugar de confiar tanto en su atletismo.
