Soy un gran admirador de Jared Anderson, y me entusiasman sus posibilidades de convertirse en una estrella de los pesos pesados.
Podría llegar a la NFL, es ese tipo de atleta. El boxeo ha perdido muchos de esos talentos atléticos en favor de otros deportes, porque hay mucho más dinero, por ejemplo, en el baloncesto o el fútbol americano, y también hay un camino más definido para llegar a ambos.
En el fondo, Anderson es un boxeador. Top Rank es el mejor del mundo en el desarrollo de promesas, pero la pelea de este fin de semana contra Charles Martin, en el Huntington Center de Toledo, es un gran paso adelante para él. Martin es otro atleta muy bueno que podría haberse dedicado fácilmente a otro deporte. También sabe pegar y es zurdo, por lo que hay varios factores de mejora en esta pelea.
La última vez que Estados Unidos estuvo tan entusiasmado con uno de sus pesos pesados como lo está con Anderson fue cuando Deontay Wilder estaba en ascenso. Wilder ha estado a la altura una y otra vez: ha sido un excelente boxeador y un legítimo campeón del mundo.
"Fast" Eddie Chambers fue, durante un tiempo, un peso pesado estadounidense que llamaba la atención. Tenía manos rápidas, pero no era un gran pegador y no tenía la misma capacidad atlética que Anderson. Era un buen boxeador, un contendiente sólido, pero no tenía ese talento extra que le permitiera dar el salto.
Seth Mitchell era un boxeador grande y duro, pero si bien era atlético para su tamaño, Anderson lo es para un boxeador de cualquier tamaño. Martin ganó el título de la IBF, pero nunca pareció nacido para ser boxeador.
Anderson lo es. Sus movimientos, resistencia, explosividad, potencia y velocidad -combinadas con el hecho de que lleva ese perro dentro y quiere producir actuaciones espectaculares- es algo que rara vez hemos visto.
Tyson Fury lo utilizó como sparring y me dijo que la defensa, la conciencia y las reacciones de Anderson son irreales. Eso me llamó mucho la atención, no había visto esa defensa. Le había visto pelear y recibir golpes limpios, lo que me preocupaba, pero tener el tipo de defensa que se le ha descrito puede ser la diferencia entre ser un buen boxeador y un campeón, entre estar entre casi todos los demás y llegar a lo más alto de este deporte.
Tras un periodo en el que los aficionados estadounidenses a la lucha tenían menos interés por la división de los pesos pesados, Wilder y Fury, y su épica trilogía, han contribuido a revivirla. El estilo de lucha de Wilder, su actitud y su personalidad fuera de lo común entusiasmaron a todo el mundo; Fury, que tiene el don de la palabra y es un artista, también es muy querido en Estados Unidos.
Unas imágenes recientes de Anderson con Roy Jones Jr muestran a Anderson abierto y emocionado por la presión a la que está sometido. Es el próximo salvador de los pesos pesados estadounidenses y, a sus 23 años, eso es mucho para él.
Cuando eres un peso pesado te rodea el dinero, por tu potencial. Si ganas dinero en un gran combate, todos los que te rodean también van a ganar dinero, por lo que se atrae a los parásitos y a un séquito cada vez mayor, lo que a su vez aumenta la presión.
Cuando peleaba, me encantaba ser el centro de atención; mis mejores actuaciones se producían cuando estaba más vigilado. Cuando peleaba, me gustaba que me miraran, quería la atención y sentirla en la boca del estómago". Que Anderson mostrara esa faceta suya en esas imágenes no importa, lo que importa es su rendimiento cuando cuenta. También demostró que se toma en serio lo que hace y que comprende la gravedad de su posición y de lo que podría estar a punto de conseguir.
Si lo que me han dicho sobre su defensa, sus reacciones y su atletismo resulta cierto, podríamos estar ante un peso pesado -quizá incluso un peso pesado de la nueva era- como muy pocos hemos visto. Parece capaz de hacerlo todo.
Martin es un combate difícil -el emparejamiento me preocupa un poco por parte de Anderson-, pero si Anderson gana pasará de ser una promesa a convertirse en un aspirante. Lo más importante podría ser incluso lo rápido que se mueve. No hay necesidad de que se precipite - a veces hoy en día vemos que los boxeadores jóvenes son ascendidos rápidamente porque todas sus peleas son televisadas - y podría ser mejor para él progresar de manera más constante.
Saúl "Canelo" Álvarez fue una vez ese prospecto bajo ese tipo de escrutinio, y hoy es la cara del boxeo. Su fichaje por la Premier Boxing Champions para pelear con Jermall Charlo es realmente emocionante.
Esa pelea podría haber sido más interesante hace dos años, pero sigue siendo una gran pelea contra un gran nombre. Charlo es un campeón capaz, peligroso y fantástico, y uno que aporta un conjunto de habilidades específicas que Canelo va a tener que averiguar.
Al estar con la PBC, las peleas posteriores pueden incluir la que yo y los aficionados queremos: Canelo vs. David Benavidez. También están Demetrius Andrade, Errol Spence, de quien esperamos que suba de peso, y el peligroso David Morrell. Hay muchas grandes peleas en las que puede participar.
Su perfil significa que si se traslada a un nuevo promotor y red de Matchroom y DAZN, ese nuevo promotor y la red están en el asiento del conductor. Es un gran fichaje - el próximo año o dos será liderado por PBC, que también ya tiene a los Charlos, Spence, Stephen Fulton y Gervonta Davis. Boxeadores que ya han participado, o están a punto de hacerlo, en peleas que realmente importan.
