Caleb Plant ganó los primeros asaltos, David Benavidez se hizo fuerte en la recta final, y al final de la noche fue Benavidez quien salió victorioso, ganando por decisión unánime en un combate de peso supermediano en el MGM Grand de Las Vegas. Con la victoria, Benavidez refuerza su candidatura para enfrentarse al rey de la división, Canelo Álvarez.
Como se preveía, Plant (22-2, 13 nocáuts) comenzó el combate trabajando detrás de su jab, entrando con ráfagas y luego escabulléndose, moviéndose constantemente para frustrar a Benavidez y sujetándole con fuerza cada vez que el hombre de Phoenix, Arizona, amenazaba con acercarse.
En el quinto asalto, Benavidez mostró su frustración ante el éxito de Plant, retrocediendo hasta las cuerdas en un intento de atraerle y haciéndole señas para que se acercara a pelear. Plant respondió con burlas, mirando a la multitud cuando Benavidez falló salvajemente con un golpe ancho y agitando una capa imaginaria como un matador. Plant continuó acumulando puntos, pero todo el tiempo, Benavidez estaba casi imperceptiblemente cerrando la distancia entre ellos.
Una corta mano derecha de Benavidez en el séptimo asalto parecía que podría haber herido a Plant, y otra en el octavo, mientras Plant trataba de aguantar, definitivamente lo hizo. Benavidez siguió con otra mano derecha y una izquierda, y Plant de repente estaba en problemas. Plant salió de un intento de clinch con sangre brotando de un corte por encima de su ojo como resultado de un cabezazo, lo que llevó al árbitro Kenny Bayless a detener la acción y hacer que Plant fuera revisado por el médico de ringside. Cuando se reanudó el combate, Benavidez conectó dos grandes ganchos para marcar el asalto, y las tornas habían cambiado por completo.
En un intento de frenar esa marea, Plant comenzó el noveno caminando hacia el centro del ring y tratando de recuperar la iniciativa, pero un golpe bajo hizo que Benavidez se doblara y Bayless pidiera un tiempo muerto. Plant lanzó una vez más golpes rápidos para mantener a raya a Benavidez, pero fue en vano, ya que Benavidez acechaba sin descanso, añadiendo uppercuts a la mezcla mientras golpeaba el cuerpo y la cabeza de Plant.
El décimo fue de un solo sentido, lo que provocó que el entrenador de Plant, Stephen Edwards, advirtiera a su boxeador que detendría el combate a menos que Plant mostrara una mayor resistencia; Plant respondió con combinaciones en el undécimo, pero no hicieron nada para disuadir la embestida de Benavidez. Sin embargo, Plant sobrevivió hasta el último asalto, y el final de la pelea, con los dos hombres intercambiando feroces golpes mientras sonaba la campana.
Cuando se anunciaron las tarjetas de puntuación, Benavidez ganó por decisión unánime por 115-113, 116-112 y 117-111, para aumentar su récord a 27-0 (23).
Los dos hombres habían intercambiado palabras airadas en los prolegómenos del combate, pero después se mostraron respeto mutuo.
"Caleb Plant es un boxeador duro", dijo Benavidez. "Le pegué muchos golpes duros. No quiero hablar mierda, porque me gusta este tipo ahora. Subimos al ring y nos enfrentamos como hombres. Le pegué con muchos golpes potentes. Por eso soy el monstruo mexicano. Tengo mucho respeto por Canelo Álvarez, pero tiene que darme esa oportunidad ahora. "
"Me siento bien. Me siento bien", dijo Plant. "Intentaba pasearle cuando era necesario, golpearle cuando era necesario, lanzar combinaciones cuando era necesario. Recibí un cabezazo; me entró un poco de sangre en el ojo. Pero no hay excusa. David ha sido el mejor esta noche. Buena suerte para él y su familia. Es un gran boxeador".
