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En casa con los Furys: Una nueva vida sin boxeo

Tras meses de expectación, el campeón del mundo de los pesos pesados de la WBC, Tyson Fury, vio por fin estrenada el miércoles en la plataforma de streaming Netflix su serie documental "At Home With the Furys".


La serie de nueve episodios documenta la vida de Tyson y su familia inmediatamente después de su victoria por KO sobre Dillian Whyte ante 94,000 personas en el estadio londinense de Wembley.


El primer episodio, titulado "Una vida sin boxeo", presenta principalmente al clan Fury, con Tyson, Paris y sus seis hijos junto a su hermano Tommy y su pareja, Molly-Mae.


El padre, John, aparece brevemente con su particular momento culminante al caerse de un aparato de gimnasia, provocando la histeria de Tyson mientras ambos hacían ejercicio juntos en un gimnasio cercano a la casa de los Fury.


En los primeros minutos del episodio, la esposa Paris admite que cree que "creo que él (Tyson) tendrá que esforzarse para ser una persona normal. El padre normal. Estar en casa constantemente, creo que lo va a llevar contra la pared".


Cuando habló por su cuenta sobre su retirada, Fury se mostró optimista y dijo: "(Tengo) los cinturones, estoy invicto, todo el dinero, toda la fama, toda la buena apariencia, y todavía tengo el cerebro intacto. Nada más que demostrar".


Sin embargo, Tyson, cuando paseaba por la bahía de Morecambe con su esposa, Paris, ya dejó caer la semilla de la duda sobre su decisión de retirarse al preguntarle: "¿Te gustaría que volviera a pelear?". Paris respondió simplemente diciendo: "No quiero que vuelvas a pelear". Paris siguió sugiriendo a Tyson que "Tú (Tyson) te aburrirás. Creo que te aburrirás de no hacer nada".


Tyson intenta tranquilizar a Paris diciéndole que "es feliz con lo que hace, zumbando por Morecombe, ocupándose de sus asuntos y haciendo lo que tengo que hacer en la vida y ya está. Quiero disfrutar de lo que he hecho, disfrutar del botín de guerra".


Por su parte, Tyson admitió que la jubilación "me asusta", sobre todo por la falta de una estructura en su vida y del propósito que supondrá su retiro.


John, su padre, habló con orgullo de su hijo: "Mi hijo es el mejor boxeador que ha existido, y yo soy un padre orgulloso. Ha demostrado que es el mejor de su época. Al fin y al cabo, todo el mundo conoce el nombre de Tyson Fury. Es un legado. Pasará a la historia. Pasará mucho tiempo antes de que aparezca alguien como Tyson.


"Está invicto, ha peleado con los mejores del mundo, con los hombres más peligrosos del mundo, pero él (Tyson) me dijo: "Me retiro".


"Pensé, sí. Eso me vale. Estoy feliz".


El hermano Tommy era más aprensivo sobre la jubilación de su hermano.


Cuando su compañera, Molly-Mae, le preguntó si la jubilación de Tyson era legítima, Tommy se tomó la noticia con humor.


"Mi opinión sobre la retirada de Tyson es probablemente como si el tiempo cambiara cada día. En un momento está aquí y en otro se retira. No creo que se quede fuera del ring. No puede vivir sin boxear".


Más adelante en el episodio, Tyson muestra signos de lucha en torno a su familia y su adaptación a la vida de retirado, que comienza en la celebración del bautizo de su hija en un hotel del paseo marítimo de Morecambe Bay.


Un amigo de Tyson, al que acompañaba su primo y compañero de profesión Isaac Lowe, le preguntó cómo era su jubilación. Tyson respondió que "está bien. Estoy disfrutando", a pesar de sentirse visiblemente incómodo. Y continúa: "No necesito que me peguen, ¿verdad, Tim? Ya lo sabes. Soy demasiado listo para eso. A la mierda el boxeo".


Tyson también muestra signos de angustia natural cuando su esposa, Paris, no puede encontrar a su hijo menor, Adonis, y demuestra un cambio inmediato en su estado de ánimo y mentalidad. Fury es capaz de localizar a su hijo antes de despedirse de las celebraciones, para disgusto de Paris debido al mal humor y volatilidad de Fury.


Al día siguiente de las celebraciones, Tyson rinde homenaje a Paris por haber lidiado con sus bien documentados problemas de salud mental, diciendo: "Ella ha aguantado mucho, los altos y los bajos; siempre ha estado ahí para mí. ¿Dónde estaría yo sin ella? Probablemente muerto".


La parte final del episodio muestra a Tyson realizando tareas domésticas habituales y quejándose de la jubilación, eludiendo que no era lo que esperaba. Trabajos como mover escombros tras las obras de reforma de su casa muestran a Fury como un hombre frustrado y, a pesar de estar rodeado de su familia, proyecta la imagen de estar solo y atrapado por sus propios pensamientos.


Ese mismo día, en una comida familiar, Tyson, que tiene un pequeño problema al intentar aparcar un 4x4 en uno de sus muchos garajes, se pone de mal humor antes de reunirse con su familia para comer. Paris dice que una vez que está de mal humor, le cuesta mucho salir de él y volver a la realidad.


Una vez sentado, Tyson dice: "Estoy absolutamente estresado de cojones. Juro por Dios que es material de infarto (vehículos en movimiento) lo que acabo de hacer". Paris interroga a Tyson sobre lo que ha estado haciendo durante todo el día.


"No he parado. No he parado desde que me levanté y abrí los ojos hasta ahora. Soy el jubilado más ocupado del mundo. Probablemente hubiera tenido una vida más fácil cuando estaba activo. Mucho menos estrés y problemas. "


Tyson reconoce que el boxeo es lo único que le da un propósito, y que sin él se siente como una estadística más, y "esa chispa ha desaparecido" ahora que se está asentando en la vida de retirado.


"No sé si puedo hacer todo esto". Cuando habla lejos de sus hijos con Paris, ésta le pregunta: "Creía que estabas retirado".


"Esto es lo que digo. Jubilarme hubiera sido jugar al golf y tener que joder todo el día. Es más fácil que te pongan los campeones de los pesos pesados que quedarte en casa un puto día". Dijo Tyson en tono abrasivo antes de continuar diciendo: "Sinceramente, prefiero que me den una hostia diez campeones del mundo que quedarme en casa una semana y hacer todos estos trabajos; es un trabajo duro."