Bob Arum espera que la abyecta actuación de Tyson Fury contra Francis Ngannou no haya sido más que un mal día en la oficina, y no los primeros indicadores de declive.
"Seamos honestos", dijo Arum a Boxing Scene. "Si ves la última pelea de Fury con Ngannou, o no estaba preparado para esa pelea o ha perdido un paso".
Fury fue sensacionalmente derribado por el ex campeón de peso pesado de UFC Ngannou en Riad, Arabia Saudita, para lanzar la primera promoción de boxeo que involucra a Turki Alalshikh, presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudita.
Se esperaba que la pelea, el 28 de octubre, fuera una victoria rutinaria para Fury en un combate no titular a 10 asaltos, que serviría de calentamiento para una eventual pelea de peso pesado indiscutible con su rival Oleksandr Usyk.
El plan original era que ambos se enfrentaran el 23 de diciembre. La nueva fecha se fijó en el 17 de febrero para dar tiempo a Fury a recuperarse de Ngannou y a prepararse adecuadamente para enfrentarse a Usyk.
El promotor Arum espera que haya sido sin más una noche cancelada para Fury.
"Cuando los boxeadores llegan a una edad avanzada, eso ocurre", dijo Arum.
"Realmente creo que es lo primero: que Fury no se preparó tan bien como debería, quien, por cierto, tiene las herramientas para convertirse en una fuerza en la división de los pesos pesados".
A pesar de las preocupaciones de Arum, el legendario promotor confía en que Fury pueda estar a la altura de las circunstancias, al tiempo que reconoce que Usyk supone una importante amenaza para el campeón de los pesos pesados de la WBC, algo que Fury también admite, según Arum.
"Realmente creo que [Fury vs Usyk] va a ser una pelea fascinante", dijo Arum.
"Usyk es un boxeador muy inteligente. Se prepara muy bien. No tiene miedo. Será una gran prueba para Fury. Fury lo sabe. Se ha estado entrenando asiduamente para pelear".
