Casi dos meses después de que perdiera su título unificado del peso gallo junior por decisión dividida ante Marlon Tapales, Murodjon Akhmadaliev sigue sin entender cómo dos de tres jueces puntuaron la pelea en su contra.
"Recuerdo que hablamos justo antes, y me sentí bien, muy bien preparado para pelear", declaró a ProBoxTV durante un descanso en la convención anual de la IBF en Chicago. "Me sentía confiado al subir al ring. Y, de hecho, me sentí seguro cuando terminó la pelea de que había conseguido el combate. No tuve ninguna duda. Hice lo que tenía que hacer. Creo que gané la pelea. Volví a ver la pelea. No veo la pelea más cerca de siete asaltos a cinco a mi favor. En el peor de los casos, si favoreces al tipo, y si te gusta que golpee y corra, es un empate. No hay forma de que pierda mis títulos en esa pelea".
Akhmadaliev (11-1, 8 KOs) reconoce que, en retrospectiva, debería haber pisado el acelerador antes en la pelea, ya que los jueces que puntuaron en su contra le hicieron perder la primera mitad de la contienda antes de recortar distancias en los seis últimos asaltos. Pero él dice que eso formaba parte del plan, que no quería arriesgar demasiado antes de tiempo, ya que respetaba a Tapales como boxeador y sabía que se jugaba mucho, con la posibilidad de igualar sus dos títulos contra el ganador del próximo choque de Naoya Inoue vs. Stephen Fulton en una batalla por coronar a un campeón indiscutible de las 122 libras.
El uzbeko admite que, al igual que Vasiliy Lomachenko tras su controvertida derrota con Devin Haney, sus emociones fueron inicialmente crudas tras el veredicto.
"Ya sabes, estaba un poco disgustado. Estaba un poco cabreado, pero, de nuevo, son emociones", dijo. "Sentí que me habían robado. Nadie sabe lo duro que trabajamos y por lo que pasamos para llegar a este punto. Respeto a todo el mundo y todo el mundo merece la victoria. Creo que salí victorioso de nuestra pelea con Tapales, al igual que Lomachenko en la suya.
"Dicho esto, las victorias y las derrotas vienen todas de Dios. Así que tenemos que aceptarlo".
Akhmadaliev estaba en Chicago para aceptar un premio de la IBF por hacer tres defensas exitosas del título que ganó a Daniel Roman en enero del 2020 y para presionar para que la organización lo devolviera a una clasificación más alta, que lo bajó al séptimo puesto tras su ajustada derrota. Sabe que perder la decisión ante Tapales probablemente lo ha sacado de la consideración inmediata para el ganador de Fulton-Inoue y tampoco está conteniendo la respiración por una revancha con Tapales.
"Mi objetivo no ha cambiado", afirmó. "Mi objetivo es ser campeón mundial indiscutible del peso supergallo, cueste lo que cueste. Estoy listo para pelear con Tapales mañana. No es una cuestión para mí. Le respeto. Es un gran boxeador. Le respetaba antes de pelear y le respeté después del combate. No le culpo [por el juicio], pero creo que yo era mejor boxeador esa noche y puedo demostrarlo, hoy, mañana, cualquier día o cualquier noche. Pero esto es boxeo y, por desgracia, esto es un negocio; y ahora mismo, sí, la revancha probablemente será muy, muy difícil por lo que está en juego. Pero estoy listo para pelear con cualquiera, y me convertiré en mandatorio después de esa pelea para el ganador, sea quien sea. Estoy ahí, voy a esperar al ganador de ese combate [Inoue-Fulton]".
Aunque se decanta ligeramente por Inoue, afirma que no conoce lo suficiente a ninguno de los dos como para predecir quién será el ganador.
"Tengo que prepararme para mi próxima pelea, que se espera que sea probablemente en septiembre, por lo que en el momento de su pelea estaré en el campo de entrenamiento. Sin más, espero que gane el mejor y sólo le deseo buena suerte".
