Deontay Wilder tiene un último deseo boxístico: la unificación.
Wilder, que se enfrenta a Joseph Parker, de 31 años, el sábado 23 de diciembre en Arabia Saudí, está ansioso por lo que le depare el futuro.
Wilder está tranquilo. Parker mantiene la calma. Esto se parece más a un retiro budista zen que a un combate de boxeo de pesos pesados. Sin embargo, los dos combatientes están peleando con su gurú de la autoayuda interior en los prolegómenos del combate del sábado.
Wilder se enfrascó en una intensa rutina de guanteo con su entrenador jefe, Malik Scott. Después, alabó a Arabia Saudí por hacer posible que se celebren grandes combates de pesos pesados.
"Es fantástico estar de vuelta", declaró Wilder tras su entrenamiento con los medios de comunicación. "Me siento bien de hacer mi debut aquí. Creo que [Arabia Saudí] está haciendo un gran trabajo con la promoción del boxeo y la forma en que están promoviendo el boxeo nunca se ha hecho o escuchado antes."
"Una cosa sobre la felicidad y la paz: eso no se puede comprar. Dicho esto, conozco los secretos de la vida [que son] ser feliz y estar en paz".
Wilder, de 38 años, fue visto por última vez noqueando a Robert Helenius en un asalto en octubre del 2022. Wilder ha peleado en pago por visión en cinco de sus seis últimos combates. Ha defendido con éxito su título de la WBC de los pesos pesados en diez ocasiones desde 2015 hasta 2020. Aunque algunos podrían cuestionar su calibre de oposición.
Algunos lo que trae de vuelta Wilder después de su paréntesis de catorce meses. La idea de unificar los títulos mundiales. Wilder ostentaba el título de la WBC de los pesos pesados, pero fue incapaz de consolidar la división de los pesos pesados. Cree que con el respaldo de Arabia Saudí será posible.
"Unificación: podría haber unificado tres o cuatro veces en mi carrera, pero ninguno de los otros campeones me dio la oportunidad. Así que dicho esto, con mi segundo reinado éste es mi objetivo [la unificación]. Mi propósito es unificar".