En este día, la tragedia golpeó al mundo del boxeo con el fallecimiento del gran Salvador Sánchez. La tragedia ocurrió apenas tres semanas después de un clásico moderno en el que superó a la futura leyenda, Azumah Nelson.
La mañana del 12 de agosto del 1982, Sánchez conducía un deportivo Porsche 928 por la carretera federal de Querétaro a San Luis Potosí cuando Sánchez sufrió un accidente mortal, sucumbiendo instantáneamente al desafortunado suceso. Los daños en la estela fueron enormes.
Salvador Sánchez había derrotado a Wilfredo Gómez, Danny López y Azumah Nelson, todos ellos antes de ser considerados leyendas. Sánchez es considerado por algunos como el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos, y la mayor historia del boxeo a pesar de haber logrado tanto, ya que murió a la edad de 23 años. Es difícil imaginar lo que fue posible, ya que logró mucho en su joven vida, pero nunca tuvo la oportunidad de madurar hasta la edad adulta.
Los combates potenciales que le esperaban si su vida no se veía trágicamente truncada eran contra el púgil colombiano Mario Miranda, una revancha con Wilfredo Gómez o incluso un combate contra Alexis Argüello, que también falleció demasiado pronto.
Cuando se habla de Sánchez, muchos creen que es el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos, pero también sienten un enorme dolor, o sentimiento de tristeza, pues a pesar de lo grande que fue, la edad a la que murió significa que probablemente nunca vimos la mejor versión de él. Algo que pica en la fibra sensible del más noble aficionado a pelear.
Salvador Sánchez es la mayor historia de "lo que pudo ser" en el boxeo...