Jackie Kallen es una mujer pionera en este deporte, antigua publicista del gimnasio Kronk de Detroit, que dirigió a James Toney hasta su conquista del título mundial.
Ahora, Kallen recibe su merecido y será incluida en el 2024 en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo, dos años después que Toney.
"Todo lo que puedo decir es: '¿Por qué has tardado tanto? "Tenía muchas esperanzas de entrar cuando lo hiciera James Toney, pero incluso entrar unos años después que él es una gran, gran sensación".
El ex peso pesado Bobby Hitz fue el primer boxeador profesional al que dirigió Kallen.
El meteórico ascenso a la fama de Toney se vio catapultado cuando derrotó a Michael Nunn, y ése es un hito por el que la mayoría de los historiadores la recuerdan.
Kallen solía estar cerca de Toney cuando se leía la decisión de un combate, y así ocurrió después de que derrotara a McCallum, también futuro miembro del Salón de la Fama.
"Empecé en el boxeo hace 45 años y el Salón de la Fama del boxeo no apareció hasta unos 10 años después, y entonces pensé que eran sobre todo boxeadores, quizá cinco años después de que se retiraran", añadió Kallen.
"El boxeo siempre ha sido un club de veteranos y yo sabía que, como mujer en este deporte, tardaría un poco más en conseguir lo mismo que los hombres. Esperé pacientemente y pensé que algún día me reconocerían, y así fue".
Aunque se confiesa una persona fácil de llevar, también se enorgullece de decir que no permitirá que nadie la pisotee. Para ella, la capacidad de hacer ambas cosas es el secreto de su éxito en el boxeo.
"Aunque soy una persona pacífica y tranquila, debajo de todo eso soy un poco malvada", continúa Kallen. "Así que no iba a dejar que me echaran del deporte que amaba, y sentí que tenía que probarme a mí misma. Porque cuando eres una minoría en cualquier negocio o carrera, o lo que sea, tienes que demostrar que sabes tanto como los demás. Así que siempre me ponían a prueba, mañana, tarde y noche. Soy una persona dura y no escucho críticas externas".
Kallen conoció a Toney en los gimnasios de Detroit. El legendario Emanuel Steward había renunciado a dirigir a Toney, pero Kallen no.
Los dos vinieron de abajo a arriba mientras ella llevaba a Toney de pequeñas exhibiciones a un título mundial en dos años y medio, algo que no estaba segura de que fuera posible en los tiempos que corren.
"Ver a [Toney] ser incluido hace un par de años me llenó de orgullo, porque cuando me junté con James, no era más que un pequeño boxeador de cuatro asaltos, y a mí me tocó moldearlo y hacer todos los movimientos correctos para llevarlo a una oportunidad por el título", dijo Kallen. "Lo hicimos en dos años y medio, algo que no creo que se pueda hacer hoy en día, porque el negocio es muy diferente al de entonces. Llevar a este joven de cero a la cima de la montaña fue una gran sensación. Me alegré mucho por él, porque cumplió su sueño de ser campeón y volvió a hacerlo una y otra vez".