Tal día como hoy, el 3 de julio del 1915, el peso pesado Gene Tunney debutó como profesional contra Bobby Dawson. Tunney tenía entonces 18 años y detuvo a Dawson por nocaut técnico en el octavo asalto.
Tunney, que se hizo profesional en un combate a diez asaltos, algo inaudito en la era moderna del boxeo, relató en una biografía sobre su vida escrita por Jack Cavanaugh, que había derribado a Dawson en el séptimo y que éste no respondió a la campana del octavo asalto.
EL LEGADO DE TUNNEY
Tunney es la leyenda clásica, que se mantuvo entre épocas. Uno de los pesos pesados con más talento hasta ese momento, y muy adelantado a su tiempo en cuanto a habilidad defensiva. Tunney, fue Larry Holmes antes de Larry Holmes, ya que sus victorias de marquesina sobre Jack Dempsey aparentemente no hicieron más que irritar a los apasionados aficionados a pelear.
La razón era que Tunney era un boxeador técnico, no muy diferente de Joey Maxim, y Dempsey encarnaba la violencia bruta que atraía a la gente a sus peleas. Mientras que los artesanos y los profesionales apreciaban a Tunney, el aficionado medio de aquella época se sentía defraudado por la derrota de Dempsey, el héroe cultural popular, a manos de Tunney.
Tunney ocupaba el mismo espacio que Dmitry Bivol ocupa actualmente en el boxeo: es un boxeador realmente bueno, al que es difícil vencer, y que no cuenta con la afición que ambos deberían haber tenido o tener. La única derrota de su carrera fue ante el enigma del deporte del boxeo, Harry Greb, un boxeador del que se oirán muchos cuentos chinos, tanto que es difícil saber qué es verdad y qué es una exageración.
Tunney es un grande moderno antes de que el mundo fuera moderno. Más cercano a la época de los coches de caballos, que entonces iban de ciudad en ciudad, Tunney fue uno de los pioneros que allanaron el camino a futuros grandes como Joe Louis, Rocky Marciano, Muhammad Ali, Joe Frazier y George Foreman.
