Julio César Chávez contra Frankie Randall II, la revancha de su vida

Entre mayo de 1993 y enero de 1994, cuatro campeones del Consejo Mundial de Boxeo, Julio César Chávez, Terry Norris, Julian Jackson y James Leija, perdieron sus títulos. El 7 de mayo de 1994, intentaron reclamar esas coronas a los mismos hombres que se las arrebataron.

La cartelera fue aclamada como "La revancha de las revanchas". Pero sin más, uno de los retadores era favorito para recuperar su título en el evento de PPV. Ese favorito era Chávez, que tenía un impresionante récord en aquel momento (89-1-1, 77 KOs), que se enfrentaba a Frankie Randall, cuyo récord también era impresionante (49-2-1, 39 KOs), por la corona del peso superligero.

Randall, que propinó a Chávez su primera y única derrota el 29 de enero de ese año, declaró: "Mi vida ha cambiado, y de ninguna manera voy a renunciar a ella".

En una cartelera en la que cualquiera de las peleas podría haber sido anunciada como evento principal, la más intrigante era, por supuesto, Chávez-Randall.

Chávez declaró que después de salir invicto en sus primeros 90 combates, se aburrió del boxeo y perdió su espíritu y dedicación.

"Todo lo que hacía era ganar, ganar y ganar", dijo a través de una intérprete, Gladys Rosa. "Daba por sentado que ganaba".

Hasta la derrota ante Randall.

"Eso me despertó", dijo Chávez, a quien le descontaron 2 puntos por golpes bajos, y fue nivelado con un gancho de derecha en el undécimo asalto, la primera vez en su carrera que había sido derribado.

"Pero vuelvo a estar enamorado de este deporte", dijo, "y decidido a demostrar a todos que vuelvo a ser el mejor".

El entrenador de Randall, Aron Snowell, se rió de la razón de Chávez para perder.

"No haces 12 asaltos y pegas como él si has perdido tu espíritu", dijo Snowell. "No nos ocupamos de excusas. Nos ocupamos de los resultados, y el resultado es que fue derrotado y volverá a serlo".

En los prolegómenos del combate, continuaron los insultos. Después de todo, el campeón destronado recuperó el cinturón en menos de cinco meses.

Chávez consiguió su revancha, así como su 90ª victoria profesional, al imponerse por decisión técnica dividida a Randall en su revancha, aunque el fallo vino acompañado de muchas controversias, ya que el médico puso fin a la pelea en el octavo asalto debido a un corte que sufrió Chávez por un cabezazo involuntario el asalto anterior.

Chávez recuerda con cariño el cariño que sentía de sus compatriotas cuando hacía campaña en suelo estadounidense, como fue el caso de su memorable revancha con Frankie Randall el 7 de mayo de 1994.

Julio César Chávez siempre apreciará el apoyo que recibió de sus compatriotas mexicanos cuando peleaba en torno al Cinco de Mayo, y añade: "Me gané el cariño de la gente, nadie me lo puede quitar".

"Es algo muy, muy especial, algo muy hermoso sentir el amor, el apoyo de todos los mexicano-americanos que vivían en Estados Unidos", dijo Chávez.

"Sobre todo los mexicanos, ellos realmente son los que apoyan a otros mexicanos que van y triunfan en Estados Unidos. Para ellos es algo grandioso que uno los pueda representar. Siempre traté de representarlos de la mejor manera. Afortunadamente, me gané su respeto, pero sobre todo, me gané el cariño de la gente, nadie me lo puede quitar."

El legendario campeón mundial de los tres pesos seguiría peleando 115 veces en una carrera que duró 25 años.

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