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Charlo encauza a Ngannou con una gran victoria ante Benavidez tras dos años sin boxear

"El mayor truco que hizo el Diablo fue convencer al mundo de que no existía". - Charles Baudelaire.


LAS VEGAS: Jermall Charlo, al hablar con ProBox TV en las últimas semanas, parecía desinteresado, cansado, y - a veces - vacante. Tenía el pelo revuelto, bolsas bajo los ojos y respondía a las preguntas con una sola palabra, si es que respondía.


En la semana de la pelea, antes de su combate del sábado contra José Benavidez Jr. dijo que sólo había entrenado tres semanas. Insinuó a ProBox TV que sólo peleaba porque necesitaba dinero para alimentar a su numerosa familia.


Aunque Benavidez había estado peleando en el peso welter, y nunca había compartido un ring profesional con alguien tan grande, duro y experimentado como Charlo, la marea estaba empezando a cambiar hacia el boxeador de Phoenix.


Tal vez podría dar la sorpresa.


Tal vez podría ser una gran noche para los hermanos Benavidez, con David buscando extender su récord invicto con una gran victoria sobre Demetrius Andrade en el evento principal de Premier Boxing Champions en Showtime Sports PPV.


Sin embargo, toda esa preocupación previa al combate por Charlo estaba fuera de lugar.


El estadounidense subió al cuadrilátero, cargado de jabs, demostró su velocidad para manejar las complejidades de pasar de la defensa al ataque y viceversa, y tenía suficiente potencia para mantener a Benavidez honesto.


Ya hemos visto antes cómo el arte de la guerra (el engaño) puede desempeñar un papel en el boxeo moderno. Los boxeadores nos han contado en numerosas ocasiones que las competiciones se ganan y se pierden no en el cuadrilátero, sino en el campo de entrenamiento.


Pocos personificaron esto más en 2023 que Francis Ngannou, que se entrenó delante de ProBox TV y otros periodistas semanas antes de su enfrentamiento en Arabia Saudí con Tyson Fury y parecía tener un solo ritmo, ser lento a la hora de golpear e incapaz de lanzar una combinación.


Parecía que iba a ser una victoria aplastante para Fury.


Pero, esa noche, Ngannou hizo uno de sus mejores trucos hasta la fecha al demostrar que no sólo puede pelear, sino que también puede boxear a tal nivel que puede poner a Fury de rodillas, y empujar al campeón de los pesos pesados de la WBC a una decisión al borde del asiento.


Una vez más, en el Michelob Ultra Arena del Mandalay Bay Resort and Casino, el lado diabólico de Charlo salió a relucir, ya que dio a Benavidez todo lo que podía manejar en una cómoda y amplia victoria por decisión.

Benavidez tuvo sus propios momentos y fue particularmente eficaz cuando puede apretar el gatillo en ráfagas de golpes, clavando sus nudillos en el cráneo de Charlo en forma de rat-a-tat.

Pero los golpes más fuertes de Charlo siempre parecían causar más daño, tal vez porque no pesó lo suficiente (3,4 libras), y probablemente tenía la ventaja de al menos una división sobre el más pequeño Benavidez.

Benavidez levantaba los guantes en un intento de amortiguar los golpes de Charlo, pero el estadounidense colaba golpes de gancho alrededor de la guardia, añadiendo uppercuts para mantener a Benavidez adivinando.

Charlo mantuvo el jab en el décimo y último asalto, e hirió a Benavidez con un derechazo mientras buscaba el final de taquilla. Le golpeó con un uppercut, más golpes, mientras se alimentaba de la energía del público.

Los jueces puntuaron acertadamente una amplia decisión unánime a favor de Charlo (100-90, 99-91 y 98-92). "Soy un conquistador", dijo Charlo tras su victoria.

Aunque la decisión fue amplia para Charlo, la cuestión más importante para él de cara al futuro es si puede convertir la actuación del sábado en una forma de elevar aún más su juego, sacudiéndose el resto del óxido del ring, para que pueda competir con los mejores talentos de la división de peso supermedio.

En las 168 libras, le esperan retos mucho mayores que el de Benavidez, ya que le aguardan pesos pesados como David Benavidez, David Morrell, Diego Pacheco y, por supuesto, Saúl 'Canelo' Álvarez.