No hay nada como un combate de rencor a la manera antigua. Es sobre lo que se construye el boxeo, ya sea peleando por el mismo puesto o por una auténtica antipatía, pero Gervonta "Tank" Davis y Ryan García no serán los mejores amigos a corto plazo. Los dos púgiles que se enfrentarán el 22 de abril en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, en directo por Showtime PPV, han promocionado el combate tanto como los propios promotores, ya que sus seguidores parecen empequeñecer a los de las empresas de distribución que los respaldan. Los dos suman 13,8 millones de seguidores sólo en la popular plataforma de redes sociales Instagram, sin contar otras plataformas que tienen o los medios de comunicación que cubren ampliamente su contenido.
Para Davis, de veintiocho años, y García, de veinticuatro, esta es la batalla no sólo por el derecho a presumir, sino también por ser el boxeador de menos de treinta años más relevante culturalmente en estos momentos. Como el combate se disputa en el peso de captura de 136 libras, sin títulos en juego (o al menos que yo sepa), esta pelea es más sobre quién será el boxeador mejor pagado del deporte en el futuro. Una vez que Canelo Álvarez y Anthony Joshua abandonen el deporte, lo más probable es que el ganador de este combate llene ese vacío y sea el que lleve adelante el deporte, para bien o para mal. Una cosa está clara: Davis no es un fan de los discursos motivacionales previos al combate ni de los insultos de Ryan García.
"Este tipo no para de hablar de cómo me va a golpear con un gancho, pero no tiene nada más que un gancho. ¿Qué más tiene? No es un boxeador completo", dijo Davis en los prolegómenos de la pelea en una rueda de prensa previa al combate. "Cuando eres un boxeador completo, puedes hacer de todo. No puedes depender sólo de un golpe. ¿Qué pasa cuando ese golpe no funciona? Tienes que depender de algo más".
Daivs ha noqueado a veintiséis de sus veintiocho oponentes y aún no ha perdido como profesional. Davis está entrando en este próximo combate en una racha de nocauts de dos peleas como el muy duro y peligroso Isaac Cruz llevó a Davis a una decisión poniendo fin a su racha de nocauts de siete años que se remonta a octubre del 2014.
"Está poniendo una fachada para la gente. Eso es lo que yo veo. Veo a un tipo que es una actuación. Eso es lo que es", dijo Davis, quien parece convencido de que cuando aterrice un gran golpe sobre García la pelea cambiará. "Siento que ya soy ese tipo superior en el deporte. Esta pelea se trata sólo de que supere el obstáculo".
Aunque la pelea es la más moderna hasta la fecha en términos de marketing y atractivo social, también es lo más anticuada posible. Hombres demasiado orgullosos que buscan ser mejores que el otro. A pesar de creer que lo son, allá donde van oyen murmullos sobre el otro boxeador, así que han optado por demostrar quién será el mejor. Se han publicado muy pocas entrevistas exclusivas, no hay mucho material del campamento y la mayoría de las citas proceden de una rueda de prensa de hace casi un mes. Dicho esto, Davis predice que esta pelea no verá la campana final, ya que Davis cree que el ex aspirante al título mundial Luke Campbell dejó caer a Ryan García es un presagio de lo que sucederá.
"¿Acaso Ryan no fue derribado por Luke Campbell? ¿Pego yo mucho más fuerte que Luke Campbell? Sí o no", se preguntó Davis. "He dormido a muchos tipos y Ryan es el siguiente".
