Gervonta Davis ha evitado ir a la cárcel por un accidente con fuga en su Baltimore natal en noviembre del 2020.
El viernes, la jueza de circuito de Baltimore Althea Handy dictó una sentencia de dos años y sesenta días, con todos menos 90 días de ese tiempo suspendidos. Deberá cumplir esos 90 días bajo arresto domiciliario en Baltimore, tras lo cual deberá cumplir 200 horas de servicios comunitarios. También deberá someterse a tres años de libertad condicional.
A la 1.50 de la madrugada del 20 de noviembre del 2020, Davis se saltó un semáforo en rojo en su Lamborghini, chocó contra otro coche y se estrelló contra la valla de un 7-Eleven. Él y una mujer que estaba con él huyeron de la escena en otro vehículo. Un vídeo mostró a Davis y a la mujer saliendo de ese coche en el hotel Four Seasons de Baltimore poco después.
En septiembre, la juez de circuito Melissa Phinn rechazó una propuesta de acuerdo cuando una mujer embarazada que resultó herida en el accidente, Jyair Smith, expresó su oposición.
"Le supliqué al Sr. Gervonta Davis; le miré a los ojos", dijo Smith. "Le dije: 'Tengo que volver a casa con mi hija, estoy embarazada'. Ni una sola vez vino a ayudarme".
La decisión del juez será un inmenso alivio para Davis, para Premier Boxing Champions y para Showtime, con el boxeador a menos de dos semanas de marcar un nocaut en el séptimo asalto a Rayn García en Las Vegas, tras el cual se declaró a sí mismo la "cara del boxeo."
Sin embargo, sus problemas legales aún no han terminado. Davis tiene que comparecer ante el tribunal del condado de Broward (Florida) el 22 de mayo acusado de agresión, tras ser detenido después de que una mujer denunciara que le había dado una bofetada en un lado de la cabeza el pasado diciembre.
La mujer declaró posteriormente que no quería testificar y que es su "absoluto, completo y pleno deseo que este proceso penal sea retirado y terminado".