Félix Verdejo, ex púgil puertorriqueño del peso ligero que llegó a lo más alto hasta que su carrera empezó a desmoronarse rápidamente, fue condenado el viernes a dos cadenas perpetuas consecutivas por el asesinato en abril de 2021 de la madre de su hijo nonato.
Keishla Rodríguez tenía 27 años cuando Verdejo, que al parecer la había estado presionando para que abortara, la golpeó y le inyectó fentanilo y xilasina -un sedante para caballos- antes de que él y un cómplice la ataran a un bloque de cemento y la arrojaran desde un puente a una laguna a plena luz del día.
Verdejo, que tenía un récord de 27-2 (17 KO) como boxeador profesional, fue declarado culpable de secuestro con resultado de muerte y de causar la muerte de un feto.
Su cómplice, Luis Antonio Cádiz, llamó al 911 unos días después y facilitó la localización del cadáver de Rodríguez. Se declaró culpable en un acuerdo con la fiscalía.
"Esta sentencia debe servir de lección a los demás", declaró Antonio López, Comisario de Policía de Puerto Rico. "No importa cuánta fama, dinero o poder creas tener. Si infringes la ley, tendrás que responder".
