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Rodríguez, futuro padre, disfruta de sus nuevas responsabilidades antes de reunirse con Edwards


Robert García cree que la concentración de Jesse Rodríguez para pelear el sábado con Sunny Edwards se ha intensificado al enterarse de que tiene una hija en camino.


Poco después de firmar y sellar el combate más duro de su carrera -por los títulos de la IBF y la WBO del peso mosca en el Desert Diamond Arena de Glendale, Arizona-, la pareja de Rodríguez, Rebecca, descubrió que estaba embarazada, y aunque García ha visto a boxeadores sufrir en circunstancias similares, confía en que Rodríguez, en cambio, haya prosperado.


"Cuando alguien espera su primer hijo, cambia su forma de pensar", afirma. "Su mentalidad ha cambiado; está un poco más centrado y serio sobre la vida misma; supone un gran cambio en cualquier ser humano.


"Hay situaciones en las que un boxeador piensa un poco más en arriesgar su salud y su vida en el ring; en las que los boxeadores se contienen un poco cuando empiezan a tener familia. Es algo que puede funcionar en ambos sentidos. No lo veremos hasta la noche del combate, pero por lo que se ve ahora en el campo de entrenamiento y mostrándonos el hambre que tiene durante los entrenamientos, parece que le ha motivado de forma positiva, que se esforzará aún más".


"Lleva casi tres meses en el campamento. Algunos boxeadores quizá llegarían al campamento un poco más tarde, o entrenarían en casa unas semanas, porque tienen una novia embarazada y quieren estar con ella. Pero no, ha decidido venir aquí [Oxnard, California] en septiembre, y ha estado concentrado. Eso dice mucho".


Rodríguez, de 23 años y campeón de la WBO, ya ha pasado tiempo cerca del divisivo Edwards, de 27, durante una gira de prensa para promocionar la pelea del sábado.


"Dejé que el padre [de Rodríguez] fuera [a la gira de prensa] en mi lugar porque el padre quería pasar tiempo con su hijo - yo tenía mucho trabajo de todos modos - estaba un poco sorprendido porque me dijo lo que habíamos visto en las redes sociales [de Edwards y] fue totalmente lo contrario. [Edwards] fue muy amistoso; jugaron algunos partidos juntos.


"Fue muy respetuoso. Eso te dice que es una buena persona y que dice lo que dice para vender una pelea. Los pesos pequeños necesitan una pelea así".