Óscar Duarte se marcha de Texas con un sabor amargo en la boca.
El boxeador de 27 años sufrió la segunda derrota de su carrera ante Ryan García, pero el método de la derrota le sienta mal.
García (24-1, 20KOs) ganó por nocaut técnico en el octavo asalto. Duarte (26-2-1, 21KOs) se levantó a los nueve, quizá nueve y medio, pero el árbitro detuvo la acción. Fue una decisión que el árbitro James Green tomó en el momento y que Duarte considera injusta.
"Me pareció injusto", dijo Duarte en la rueda de prensa posterior al combate. No fue justo que no me dejara continuar.
"Fue injusto. Me levanté y me sentía bien. Estaba listo para continuar", declaró Duarte. "Todavía tenía fuerzas para pelear. Estaba listo para seguir".
Esta fue la primera victoria de García desde que perdió ante Gervonta Davis por nocaut en el séptimo asalto. García vuelve a la columna de victorias por primera vez desde el 16 de julio. Cuando García detuvo a Javier Fortuna en el sexto asalto. Esta fue también la primera pelea de García con su nuevo entrenador de boxeo, Derrick James, más conocido por trabajar con Errol Spence Jr. y Jermell Charlo.
Duarte, que se levantó al sonar la campana, se mostró nervioso en el momento en que se suspendió el combate. Duarte iba por detrás en la puntuación de los tres jueces en el octavo asalto, con 69-64, 68-65 y 68-65 a favor de García en el momento de la suspensión. Aunque Duarte tuvo sus mejores asaltos en el sexto y séptimo antes de ser detenido.
"Esta noche no ha sido mi noche, pero quiero ser campeón. Quiero dar las gracias a Oscar [De La Hoya] y a Ryan [García]. No nos detendremos aquí. Ya vienen más [y voy a] seguir adelante".