https://cdn.proboxtv.com/uploads/David_Morrell_0b2caab9e6.png

Morrell lanza los golpes finales en una emisión de Showtime, ganando en el segundo asalto


Al llegar al combate de peso supermedio del sábado por la noche contra el poderoso David Morrell, Sena Agbeko podía al menos encontrar una pizca de esperanza en el hecho de que nunca había caído en 30 peleas como profesional.


Después de 31 combates, puede afirmar lo mismo, pero aún así sufrió el mismo destino que casi todos los que se han subido al cuadrilátero con el exiliado cubano, ya que sucumbió a una temprana derrota por nocaut en el último combate retransmitido por Showtime.


Morrell (10-0, 9 KOs) mostró sus claras ventajas en velocidad y potencia en el primer asalto, mostrándose relajado y sereno mientras acechaba a Agbeko (28-3, 22 KOs) por todo el cuadrilátero, llevándole repetidamente contra las cuerdas y escabulléndose después de los intentos de Agbeko por responder.


En el segundo, un feroz uppercut hizo retroceder la cabeza de Agbeko, y mientras el ghanés retrocedía hacia una esquina, Morrell aterrizó con un gancho de derecha brutal que dejó claramente su marca. Siguieron una izquierda y otro gancho, y con Agbeko indefenso en la esquina, el árbitro Mark Nelson intervino para detener el combate a 1:43 del segundo asalto.

Valenzuela deja caer a Colbert sobre la cuerda inferior
Cuando el peso ligero José Valenzuela se enfrentó a Chris Colbert en marzo, derribó al estadounidense en el primer asalto, sólo para ver cómo Colbert tomaba el mando en el segundo y se enfrentaba a él el resto del combate, camino de una reñida y controvertida victoria por decisión.


La revancha comenzó de forma muy parecida, con Valenzuela asaltando a Colbert en el primer asalto y derribándole en la esquina. Parecía que Colbert (17-2, 6 KOs) corría el riesgo de caer derrotado antes de tiempo, pero, al igual que en la primera pelea, sobrevivió al primer asalto y utilizó sus golpes rápidos y precisos para llevarse el segundo.


En el tercero y el cuarto, el volumen y la precisión de los golpes de Colbert dominaron durante dos tercios de cada asalto, pero Valenzuela respondió con golpes potentes que permitieron al mexicano llevarse ambos combates.


En el cuarto y el quinto, Valenzuela tomó el control, utilizando el movimiento de los pies y los ángulos para atacar a Colbert al cuerpo y la cabeza, inmovilizándole con frecuencia contra las cuerdas y obligándole a cubrirse.


Luego, en el sexto, llegó el concluyente y conmocionante final. Valenzuela (13-2, 9KOs) apoyó a Colbert contra las cuerdas, lanzó un recto de izquierda que Colbert bloqueó y luego lanzó un gancho de derecha que hizo girar a Colbert y lo dejó caer boca abajo sobre la cuerda inferior, provocando que el árbitro Joel Scobie detuviera el combate sin recuento a 1:46 del sexto.

Berto y Guerrero dan nostalgia a Showtime
Once años después de superar a Andre Berto, Robert Guerrero repitió la hazaña en el primer asalto de la retransmisión, a 10 asaltos y con un peso contractual de 149 libras.


En una retransmisión centrada en repasar los 37 años de historia del boxeo de Showtime, el combate fue un auténtico retroceso: Guerrero (38-6-1, 20 KOs), un ex campeón en 126 y 130 libras, regresaba al ring después de dos años y medio de inactividad; Berto, también de 40 años, no había boxeado desde 2018. Como era de esperar, la pelea funcionó a media velocidad, ambos hombres mostrando destellos de su técnica y experiencia, pero luchando por recuperar los recuerdos musculares que una vez los habían impulsado a tal éxito.


Después de un comienzo lento por parte de ambos hombres, Guerrero encontró su sincronización y alcance en el tercero, y comenzó a atrapar a Berto (32-6, 24 KOs) con manos izquierdas zurdas. Envió a Berto a la lona en tres ocasiones distintas, pero en cada una de ellas el árbitro Robert Hoyle consideró que Berto había sido empujado o se había resbalado. Con el impulso alejándose inexorablemente de él, Berto finalmente comenzó a encontrar el éxito en el sexto y séptimo, aunque la pelea siguió siendo comprensiblemente escabrosa, con Hoyle advirtiendo con frecuencia a ambos hombres sobre los golpes de conejo y la lucha.


Berto fue doblado por un golpe bajo accidental en el octavo asalto, pero Berto recuperó la iniciativa a partir de entonces, llevando a Guerrero contra las cuerdas, sólo para encontrarse con un gancho de derecha al final del asalto.
final del asalto.


En los dos últimos asaltos, ambos se esforzaron al máximo por darlo todo, pero, inevitablemente, ni la velocidad ni la sincronización fueron lo que solían ser. A falta de unos segundos para el final del combate, Berto asestó otro puñetazo con forma de conejo, pero Hoyle prefirió una vez más emitir una advertencia en lugar de descontar puntos.


No obstante, para dos hombres de mediana edad en gran medida inactivos, fue un esfuerzo realmente excelente, y el cálido abrazo en el que se envolvieron mutuamente fue testimonio de su sensación de logro.


Después, Guerrero sugirió que podría seguir boxeando con la esperanza de ver si podía alcanzar de nuevo el nivel de un título mundial. En una época y en una división que cuenta con boxeadores de la talla de Terence Crawford y Boots Ennis, es muy poco probable que eso ocurra; pero su deseo de continuar habla de la competitividad inherente a los boxeadores.


Es una competitividad que Showtime captó y transmitió desde que Guerrero y Berto tenían tres años; pero si Guerrero quiere prolongar su carrera, tendrá que ser en otra plataforma.


Su carrera puede continuar; pero la de Showtime está echada.