En el electrizante mundo que llamamos boxeo, donde las rivalidades y la animosidad suelen robar el protagonismo, es un soplo de aire fresco presenciar a dos campeones mundiales indiscutibles que no sólo comparten respeto mutuo. Más allá de eso, parece que Canelo Álvarez, campeón mundial indiscutible del peso supermedio, y Jermell Charlo, campeón indiscutible del peso medio júnior, comparten un deseo común de dejar su huella en este deporte, un impulso que les diferencia de muchos de sus colegas.
Canelo Álvarez y Jermell Charlo, dos de los boxeadores más formidables y consumados de su generación, están listos para chocar en un súper combate que trasciende las categorías de peso y los cinturones, ya que ambos pelearán el 30 de septiembre en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, disponible para el público en pago por visión.
El primer encuentro con los medios de comunicación para el enfrentamiento alcanzó su punto álgido cuando los dos campeones se vieron las caras por primera vez durante una rueda de prensa inicial en Nueva York. En lugar de insultos, ambos se saludaron con respeto. Lo que vende la pelea es que es el primer enfrentamiento de la historia entre dos campeones indiscutibles en la era de los cuatro cinturones de campeón, lo que la convierte, como mínimo, en la respuesta a una pregunta de trivial.
"Gracias a Jermell por aceptar esta pelea", dijo Canelo en la rueda de prensa de hoy. "Estoy muy contento de estar en esta posición y de estar en grandes peleas. Jermell es un gran boxeador que pelea grandes peleas sin más como yo. Siempre asumo riesgos".
El respeto compartido entre estas dos potencias del boxeo es evidente no en las palabras, sino también en la conducta. El acto fue digno.
Canelo Álvarez expresó su gratitud a Jermell Charlo por aceptar el reto, reconociéndolo como un boxeador que, como él, acepta retos importantes.
"Jermell es un gran boxeador y esta es una pelea que ha estado ahí como una posibilidad durante mucho tiempo", dijo Canelo en la conferencia de prensa. "Ahora es el momento correcto para esta pelea".
Charlo para no ser menos dio crédito no sólo a Canelo, sino a su entrenador y gerente Eddy Reynoso en su respeto por lo que han hecho en el deporte del boxeo.
"Esto se veía venir desde hace mucho tiempo", dijo Charlo. "Canelo y Eddy son leyendas del boxeo. Han dado grandes espectáculos y quiero ser el que entre ahí y se lo lleve todo."
El entrenador y mánager de Canelo, Eddy Reynoso, y el entrenador de Charlo, Derrick James, también intervinieron, sumándose al tono general del evento, que fue de respeto y anticipación para un interesante choque de pago por visión.
"Charlo es un gran campeón y tiene un gran entrenador como Derrick James", dijo Reynoso. "Es un gran boxeador con un gran corazón que se ha levantado de la lona después de perder, y eso le hace aún más peligroso. Perdió, pero también se redimió y demostró que uno puede redimirse para ganarse grandes peleas como ésta."
En la esquina de Charlo está el galardonado entrenador, Derrick James, ya que James habló de que esta pelea es una oportunidad para que Charlo se eleve a la grandeza con una victoria.
"Esta es una pelea que Jermell Charlo siempre ha querido", dijo James. "Es el tipo de pelea que necesitaba para llegar al superestrellato. Canelo es un gran boxeador con un gran entrenador y han sido muy consistentes a lo largo de los años. Es difícil hacer eso en el boxeo".
En un mundo en el que la narrativa del boxeo suele estar alimentada por la basura y el antagonismo, la preparación previa al combate entre Canelo Álvarez y Jermell Charlo destaca como un testimonio de la nobleza de la competición y la deportividad. En una época dominada por los memes y los comportamientos extravagantes, Canelo contra Charlo sigue la pauta marcada por el combate entre Errol Spence Jr. y Terence Crawford, una rueda de prensa bastante cordial que dio paso a una noche legendaria.
El 30 de septiembre, el T-Mobile Arena será algo más que un escenario: será la cámara de la verdad en la que ambos boxeadores pondrán en juego toda su carrera, para ver quién supera al otro.