<p><strong>1. El dinero habla</strong></p>
<p>No eran sin más Eddie Hearn y Frank Warren los que trabajaban juntos, había muchos otros que venían a darse un festín a la mesa de los ricos. La cantidad de dinero que se gastó para que se enterraran rencores, se tragara el orgullo y se hicieran combates debe de ser exorbitante.</p>
<p><strong>2. Las apariencias no matan</strong></p>
<p>Siempre resulta un poco extraño oír a los comentaristas hablar de lo temible que resulta un boxeador a la vista, ya sea por su físico o por su porte, porque a fin de cuentas no importa. A cualquiera le habría parecido que Arslanbek Makhmudov era el hijo predilecto de Freddy Krueger y Jason, pero Agit Kabayel lo ha derrotado con creces en una actuación que merece respeto y atención. Kabayel seguramente se encontrará en un vuelo de regreso a Arabia Saudí en 2024.</p>
<p><strong>3. La actividad importa</strong></p>
<p>Comparen las actuaciones de Joseph Parker, cuatro peleas en 2023, y Anthony Joshua, tres peleas en 2023, con la de Deontay Wilder... Hay muchos campeones bien pagados que cobran grandes sumas y no están activos. Y muchos de ellos, como Errol Spence, han sido cancelados este año. La actividad y el estilo de vida son componentes clave en la constitución de un boxeador, pero la importancia de ambos se pasa por alto con demasiada frecuencia.</p>
<p><strong>4. Opetaia vuelve a llamar la atención</strong></p>
<p>Sobre el papel, dos peleas parecían incompatibles, y lo fueron. Mark De Mori no tenía nada que hacer contra Filip Hrgovic y Ellis Zorro no había hecho nada para ganarse su oportunidad contra Jai Opetaia, que tuvo que renunciar a su título de la IBF en la semana de la pelea, ya que querían que volviera a pelear contra Mairis Briedis en su lugar, aunque no se pudo llegar a un acuerdo. Sea como fuere, el Zorro fue puesto en la línea de fuego y obliterado en un asalto como víctima de uno de los Knockouts del año. Opetaia es una fuerza y tiene un gran impulso en su carrera.</p>
<p><strong>5. Bivol necesita ese rival especial</strong></p>
<p>Hay que dar crédito a Lyndon Arthur por sobrevivir a Bivol, pero el campeón de peso semipesado de la WBA es excelente; uno de los mejores libra por libra de este deporte. A Bivol le interesa el ganador del combate de enero entre Artur Beterbiev y Callum Smith, de Liverpool. Considera que el saudí tiene dinero para pelear con Beterbiev, mientras que Smith tiene otros planes. Pero sea quien sea el rival de Bivol, tiene que estar bien preparado, porque parece prácticamente intocable.</p>
<p><strong>6. Dubois tiene corazón</strong></p>
<p>A través de las rondas cuatro y cinco para Dubois contra Miller, se puso difícil. No fue capaz de detener a Miller con nada de lo que lanzó. El londinense pareció fatigarse y Miller se fue imponiendo poco a poco. Pero Dubois no sólo luchó durante una dura racha, sino que cambió de estrategia a mitad de combate y boxeó con ganas, coraje y verdadera habilidad para adjudicarse la última mitad de la pelea y luego anotarse un excelente final con el reloj a punto de agotarse. También hay que reconocer el mérito del entrenador Don Charles por sus consejos y ajustes.</p>
<p><strong>7. ¿Quién lo diría?</strong></p>
<p>Los mejores combates sobre el papel, Daniel Dubois contra Jarrell Miller y Agit Kabayel contra Arslanbak Makhmudov, se produjeron. Sin duda, el emparejamiento y la sincronización de los combates son todo un arte, pero a veces hay combates que no pueden fallar, y no parecía que ninguno de los dos fuera a hacerlo. Otra cosa es si Miller, dos veces dopado para mejorar su rendimiento, merecía su puesto en la cartelera.</p>
<p><strong>8. La unión entre Joshua y Ben Davison es alentadora</strong></p>
<p>Muchos dirán que a Joshua le ha faltado algo en los últimos tiempos, pero estuvo imperioso contra -hay que decirlo- un pobre Otto Wallin. Wallin nunca consiguió afianzarse en la pelea y se vio acosado desde la primera campanada. Pero hay que reconocer el mérito de Joshua por la rotundidad del combate y de Davison por la táctica empleada. Ha sido el mejor Joshua en mucho tiempo, y contra un rival que al menos se suponía que le iba a plantear algunos problemas.</p>
<p><strong>9. Atmósfera</strong></p>
<p>Puede que el boxeo nos haya consentido con grandes ambientes, y a menudo se hace referencia al público como el duodécimo hombre en el deporte. Pero desde Riad se percibe una grave falta de ambiente, sobre todo si lo comparamos con el de Chris Billam-Smith en Bournemouth o el de Josh Warrington en Leeds. Dicho esto, al menos hay algo de interés (aunque no mucho) en la cartelera. En Las Vegas, para Canelo-Charlo, el público estuvo prácticamente ausente hasta el evento principal.</p>
<p><strong>10. ¿Significará mucho una derrota en Arabia Saudí?</strong></p>
<p>Aunque Wilder-Joshua ya no es inevitable, ¿significa eso que se ha ido para siempre? Sin duda sigue siendo una pelea comercial. Hay mucha historia allí y la pelea aún tendría mucha intriga. Pero, ¿quedará Wilder relegado al desguace o querrán volver a verle?</p>
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