"Aprecio que Canelo me acepte a mí, el pequeño Charlo, el hermano pequeño, pero el pequeño Charlo viene a pelear", espetó Jermell Charlo en la rueda de prensa final posterior al combate previo a su gran choque del sábado por la noche en Las Vegas.
Canelo Álvarez y Jermell Charlo intercambiaron varios intercambios relativamente desenfadados durante su penúltimo cara a cara antes de enfrentarse en el cuadrilátero del T-Mobile. El momento culminante fue, sin duda, cuando Charlo dijo que era un león y que estaba listo para la batalla, a lo que Canelo respondió alegremente: "No sé qué animal tengo que decir, lo que sea, sintoniza la pelea. Va a ser bueno. Créanme".
Eso provocó las risas de los asistentes, y a continuación los boxeadores exhibieron sus ocho cinturones de campeones y posaron para las fotos.
El incomparable Jimmy Lennon había dado el pistoletazo de salida al evento, llamando en un principio a Álvarez para que subiera al escenario en primer lugar, pero Lennon pronto se corrigió y en su lugar presentó a Charlo para que subiera al escenario.
Canelo le siguió tras una segunda presentación.
Charlo estaba flanqueado por los miembros del equipo Derrick James y Joan Guzman, Canelo estaba con Eddy Reynoso.
Ambos boxeadores, una vez sentados, se asomaron detrás de sus cinturones de campeones como propietarios de los títulos de la WBC, la WBA, la IBF, la WBO y el Ring.
Brian Custer, de Showtime, fue el anfitrión de la rueda de prensa.
Stephen Espinoza, ejecutivo de Showtime, habló del éxito que su canal ha tenido con el boxeo, no hasta el 2023, sino a través de su decorada historia en el boxeo.
Ante las especulaciones sobre el futuro boxístico de la cadena, Espinoza pudo señalar el rotundo éxito de tres grandes espectáculos en Las Vegas en seis meses, Tank Davis-Ryan García, Terence Crawford-Errol Spence y ahora Canelo-Charlo.
"Se siente como un déjà vu porque es lo que hemos estado haciendo todos los años, es lo que hemos estado haciendo durante años", dijo un apasionado Espinoza.
Luego, vendiendo la pelea, señaló que Canelo había vencido a 18 excampeones mundiales y que Charlo había sumado 15 nocauts en sus últimas 11 peleas.
"Esto no es un combate de boxeo, esto es especial", añadió Ezpinoza. "Es lo mejor que este deporte puede ofrecer. Esto es lo mejor que hay. Hay niveles en esto y lo que estamos haciendo aquí es el nivel más alto. Esto es especial, esto es diferente".
Derrick James, del campamento de Charlo, se mostró de acuerdo con esa opinión.
"Es un acontecimiento muy especial", dijo James, que también formó parte del Crawford-Spence como entrenador de Spence. "Es Undisputed contra Undisputed, va a hacer falta un gran Canelo Álvarez para sacar a un Jermell Charlo aún mejor".
En la esquina opuesta, Eddy Reynoso admitió que era una pelea vital para el ídolo mexicano.
"Es una pelea muy importante para nosotros", dijo el entrenador. "Nos enfrentamos a un gran rival, alguien que además es indiscutible y su boxeo también es muy bueno".
Reynoso reconoció que hacía tiempo que no entrenaban con tanta intensidad en el campamento, y que de los tres meses que han pasado en él, dos han sido en la altitud de Lake Tahoe, ya que han dejado atrás lesiones y contratiempos para llegar aquí a Las Vegas al cien por cien.
Los boxeadores disfrutaron de un poco de sparring verbal, y tal vez sea un cliché perezoso, pero así fue como funcionó. Se intercambiaron golpes con alegría.
"Por fin hemos llegado a este momento", dijo Charlo, que más tarde admitió que había una cláusula de revancha. "El campo de entrenamiento fue duro. Fue muy duro. Canelo es un boxeador que no se da por sentado. Lo ha hecho todo en este deporte y no tiene nada que demostrar".
"Me siento muy bien. Me siento listo para esta pelea y sí, Jermell tiene razón, no tengo nada que probar, pero esta vez tengo algo que probarle porque él nunca creyó en mis habilidades y siempre me estaba llamando y estoy listo para mostrarle a todos mis verdaderas habilidades", respondió Canelo.
El mexicano dijo entonces que Charlo no había experimentado nada parecido a lo que enfrentará el sábado.
"Es difícil decir lo que [será para él, pero] lo va a descubrir", continuó Canelo. "Lo va a sentir. Y se va a dar cuenta el sábado. Nunca ha estado con un boxeador como yo".
"Para eso estoy aquí", replicó Charlo. "Para eso estoy hecho. Siento que Canelo nunca ha estado con un boxeador de mi calibre".
Charlo advirtió a Canelo que no mire más allá de su experiencia, poder y habilidades.
"Nunca lo hago", replicó Canelo. "Sé lo que va a traer y estoy preparado".
Los intercambios no fueron siniestros. No había malicia, ni mucho rencor, pero ambos parecían estar seguros de sí mismos.
"Siempre entreno al cien por cien, pero en esta pelea más tengo esta motivación porque él nunca creyó en mis habilidades y siempre me estaba llamando la atención y se lo demostraré en un par de días", concluyó Canelo.
"Nunca le demuestras nada a la gente, siempre tienen algo que decir", continuó Canelo, hablando sobre los rumores de su desaparición. "Yo sin más tengo que demostrarme a mí mismo que sigo en la cima".